Diseño que piensa en el valor social

Autor(es) Dr. Kelly Watson
Consultor Sénior de Hatch

Los diseñadores deben aprovechar el potencial de los enfoques en el valor social para demostrar el valor agregado de su trabajo y fomentar un mejor diseño en las zonas edificadas...

Los programas de valor social han ganado terreno y han atraído la atención de una variedad de sectores durante los últimos años, y el sector de diseño y construcción del Reino Unido no es la excepción. Cada vez más clientes de los sectores públicos y privados les piden a sus proveedores y a sus amplios equipos de proyecto que evalúen, articulen y prueben cómo ofrecerán un valor más amplio como parte de sus proyectos de zonas edificadas. Para las autoridades locales, este requisito se basa en la Ley de Servicios Públicos (Valor Social) de 2012, que exige que las adjudicaciones se otorguen de acuerdo con la relación entre precio y calidad, y no con los ahorros iniciales. Se han aprobado leyes similares en Escocia (Ley de Reforma de Adquisiciones de 2014) y Gales (Ley de Generaciones Futuras de 2015).

El valor social se refiere al espectro de impactos económicos, sociales y medioambientales percibidos por los grupos de interés, los usuarios finales y las comunidades locales debido a intervenciones, inversiones y desarrollos.

No obstante, a menudo el análisis se centra en la fase de construcción del desarrollo, y el énfasis se pone en apoyar la creación de empleo y ofrecer oportunidades de capacitación, programas de mentorías, voluntariado del personal y otras actividades relativas a la RSE. Si bien esta es una parte importante del asunto del valor social, pasa por alto el potencial de agregar valor en etapas mucho más tempranas del proceso del proyecto, así como el efecto del activo diseñado cuando ya está terminado y en funcionamiento. Es un pedido exigente para los arquitectos y diseñadores, ya que su contribución principal ocurre en una etapa muy incipiente del trabajo, y las empresas de diseño tienen menos oportunidades de ofrecer programas de mentoría, capacitación o participación comunitaria relacionados con el proyecto, a diferencia de las empresas constructoras.

Estamos comprendiendo que el impacto social también se genera durante los procesos de diseño y a través del activo físico en sí mismo. El informe "Valor social en el diseño de las zonas edificadas" de la Supply Chain Sustainability School afirma que las decisiones importantes que se toman durante las etapas tempranas de diseño amplían los límites del tipo de valor social que se puede lograr en las etapas más avanzadas del proyecto. Este informe también resalta la importancia de considerar el valor social en todos los procesos del proyecto, desde las decisiones de inversión y comisionamiento, hasta las etapas posteriores de desarrollo de conceptos y consideración de alternativas, planificación, diseño detallado, construcción y etapas posteriores a la ocupación. La comisión Building Better, Building Beautiful del Ministerio de Vivienda, Comunidades y Gobierno Local del Reino Unido es otro ejemplo de cómo el diseño de las zonas edificadas está cobrando importancia a nivel nacional; el primer informe de esta comisión ya está disponible.

Hay una variedad de nuevos motivos que hacen que los diseñadores consideren la medición del valor social: se está convirtiendo en un factor crucial para obtener el trabajo en muchos proyectos, ya que el valor social representa hasta el 30 % del puntaje de calidad en los contratos de algunos sectores públicos; el mercado se mueve en esta dirección; es un factor significativo para la atracción y mantenimiento de talentos, en particular con los integrantes más jóvenes de la fuerza laboral; y hay un consenso creciente sobre la importancia de utilizar prácticas comerciales responsables, en un contexto más amplio de recortes en el sector público, el efecto socioeconómico de la austeridad que todavía se siente y una emergencia climática ya declarada.

Como consecuencia, no solo los contratistas tienen la obligación de responder preguntas sobre el valor social como parte de sus propuestas y licitaciones. Los arquitectos, los ingenieros y otros diseñadores también necesitan poder articular el valor agregado de su trabajo de forma significativa. 1.6 Para muchos, el valor social está implícito en la misión principal de sus profesiones. Sin embargo, la falta de evidencia significa que la contribución social de los arquitectos a menudo se ignora. Esta es una propuesta desafiante para los diseñadores, ya que el impacto del diseño a menudo es intangible, subjetivo y difícil de definir. Los enfoques de evaluación posterior a la ocupación pueden servir como evidencia, pero es necesario inclinarse hacia la evaluación del impacto social, en vez de enfocarse en el desempeño de la zona edificada, incluso si se hace desde la perspectiva del usuario final.

Un proyecto de investigación reciente del Urban Institute de la Universidad de Manchester buscó salvar esta brecha en los métodos disponibles para capturar el impacto del diseño. Durante mi investigación de doctorado entre 2012 y 2016, el retorno social de la inversión (SROI, por sus siglas en inglés) se evaluó como una forma novedosa de estudiar el aspecto social después de la ocupación, y mostró que es posible calificar, cuantificar y monetarizar el impacto de las zonas edificadas de alta calidad. Uno de los casos de estudio de SROI de Maggie Nottingham se publicó en la edición Pathways to POE Report de la publicación especializada Building Knowledge del Royal Institute of British Architects. Luego se realizó un proyecto llamado Well Cities con el fin de desarrollar y validar una herramienta de escala de múltiples elementos para medir el efecto de los lugares en el bienestar psicológico. Esta herramienta puede agregarse a la evaluación posterior a la ocupación como un módulo extra y es una forma económica de que los diseñadores obtengan algo de evidencia de primera mano sobre el impacto de sus diseños. Estos métodos son aplicables en una variedad de escalas en entornos bajo techo, en espacios públicos y para infraestructura ecológica.

La industria también ha estado desarrollando capacidades en esta área. En Hatch Regeneris, estamos trabajando con varios clientes de diseño para ayudarles a analizar su enfoque en el valor social. El enfoque de cada cliente es diferente. Para algunos, es un ejercicio estratégico para establecer un abordaje de alto nivel que une las actividades en curso e integra un conjunto de prácticas comunes en los procesos y políticas actuales. Para otros, el deseo de demostrar el impacto de su trabajo los impulsa a un enfoque de casos de estudio para evaluar sus proyectos terminados en forma retrospectiva. Donde sea que se inicie este viaje, nuestra aspiración es ayudar a los diseñadores a construir valor social en sus procesos de proyectos existentes, de manera que se convierta en un aspecto integral de sus actividades, y que sea una contribución demostrable en los proyectos de zonas edificadas.

Los principios cruciales para los diseñadores que desean maximizar su impacto son: comunicarse con los grupos de interés y hacer preguntas difíciles; entender el valor de la participación de los usuarios finales y las comunidades locales en las primeras etapas del proyecto; fomentar el diseño basado en información que responda a las necesidades comprobadas; abordar el riesgo del valor social y las oportunidades durante todo el proyecto; e integrar los objetivos de valor social y las metas en los procesos del proyecto. En última instancia, los diseñadores tienen la oportunidad única de adoptar una perspectiva integral desde el inicio hasta la finalización en todo el ciclo de vida del proyecto. Por ejemplo, la relación entre la comunicación temprana con los grupos de interés, el diseño basado en necesidades, la evaluación posterior al proyecto y el valor social constituyen una oportunidad significativa, que todavía no ha adoptado su forma final.

Los institutos profesionales también están reconociendo la necesidad de que los diseñadores capturen y prueben la contribución al valor social de sus diseños. El Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA, por sus siglas en inglés) está considerando la idea de superponer el valor social a su nuevo plan de trabajo, lo cual atraerá el interés en el valor social durante todo el ciclo de vida del proyecto. Esto está vinculado con una iniciativa del grupo Architecture Research Practice Leads, liderada por la profesora Flora Samuel de la Universidad de Reading, y el objetivo es desarrollar un conjunto de herramientas de valor social. Un grupo de diseñadores, consultores y académicos han estado trabajando juntos durante los últimos 18 meses para desarrollar y crear un piloto de esta forma sencilla y práctica de que los arquitectos capturen y midan el impacto social de sus diseños. El año que viene, el comité de práctica del RIBA publicará este conjunto de herramientas que se basa en los principios de SROI y la etapa posterior a la ocupación.

Diseño que piensa en el valor social
Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/social‐value‐toolkit‐housing‐architecture‐progress‐flora‐samuel

Este tema también está en crecimiento en el sector de ingeniería de infraestructura en el Reino Unido. El Equipo de trabajo de diseño de la Comisión Nacional de Infraestructura, junto con las comisiones regionales, está considerando el valor agregado en el contexto de proyectos de infraestructura de gran envergadura, y el ICE recientemente ha financiado un proyecto de investigación sobre valor social que está desarrollando Useful Projects.

Está claro que el nivel de actividad e interés en relación con el valor social se ha disparado en los últimos 12 meses. Para los diseñadores, esta es una oportunidad real para tomar las riendas para integrar consideraciones de valor social en todos los procesos del proyecto, aprovechando el impulso emergente de los líderes sobre el monitoreo y la evaluación, lo cual les permitirá finalmente entregar y demostrar resultados de diseño mejorados en las zonas edificadas.