El caso económico para invertir en transporte ferroviario urbano: la receta para el éxito

By Darren Wisher | 24 de mayo de 2019

Los beneficios ambientales provistos, los aumentos de productividad, las economías de aglomeración, los patrones de uso de la tierra más eficientes y las mejores percepciones de los inversores son factores que cumplen una función a la hora de querer justificar gastos públicos en el transporte ferroviario urbano.

Estas son algunas de mis sugerencias para armar un poderoso caso económico para que se invierta en trenes urbanos que se alineen con los requisitos de la mayoría de los departamentos nacionales de Hacienda de todo el mundo.

Se me ocurren analogías con la preparación de un cóctel de primera, en la que se encuentran cuatro pasos esenciales:

La base: valoración económica y ambiental del cambio de modo

Los modelos tradicionales para capturar el valor económico de la inversión en transporte ferroviario se han centrado en los beneficios derivados de un cambio en el modo de viajar. Los viajes interurbanos más rápidos y las autopistas menos congestionadas generan tiempo más productivo para los trabajadores, y eso es algo que se puede rentabilizar con facilidad. Las restricciones al crecimiento de los viajes en automóvil en zonas urbanas también da lugar a que se reduzcan las emisiones y haya menos accidentes. A estas consecuencias también se les puede asignar valor financiero.

Ningún caso económico puede proceder sin que se cuantifiquen y rentabilicen estos beneficios básicos.

El modificador: las economías de aglomeración

La escala es importante cuando se trata de competitividad en zonas urbanas. El transporte ferroviario urbano puede facilitar el crecimiento y la unidad de las zonas y comunidades que antes no estaban conectadas. Esto crea áreas económicas más grandes y conduce a una gran cantidad de beneficios de aglomeración.

Numerosos estudios han demostrado una relación positiva entre el tamaño y la conectividad de un área urbana con el crecimiento y la competitividad de la sede comercial de la zona.

Esto se debe a que zonas urbanas más grandes generan reservas más grandes de mano de obra y las oportunidades de vivienda asociadas, atraen mano de obra especializada, generan mercados de captación más grandes y estimulan niveles más altos de innovación y competencia. En la construcción de la competitividad de las ciudades y de las regiones de la ciudad, cuanto más grande, mejor; y el transporte ferroviario cumple un papel fundamental.

El color: el valor del uso más eficiente de la tierra

Los nodos de transporte público fundamentalmente dan forma a los patrones de uso de la tierra. Pueden conducir, y lo harán, a una nueva actividad de desarrollo comercial y de viviendas en sitios cercanos a los nodos de estaciones en los que se den las condiciones de mercado adecuadas. Esta actividad de desarrollo no solo es más eficiente y más sustentable en comparación con ubicaciones alternativas, sino que también son adicionales netos para la ciudad. El desarrollo de alta densidad en torno al transporte público puede hacer viables a las antiguas zonas industriales, que se pueden sacar adelante con una inversión relativamente mínima de infraestructura adicional (en comparación con las alternativas) y debe ser un elemento central del programa de adaptación al cambio climático de cualquier ciudad grande. Todos estos efectos del uso de la tierra son un beneficio importante del transporte ferroviario urbano y deben reflejarse en detalle en un caso económico.

La decoración: mantener la ventaja competitiva

En un mundo de inversión y capital libres, las zonas urbanas enfrentan una competencia intensa entre sí. Esta competencia se da dentro de una nación y también entre naciones, y no se limita al capital financiero. Las personas con talento también pueden elegir dónde vivir y desarrollar su carrera, y lo harán notar. La infraestructura de transporte moderna y eficiente es un componente clave para crear la marca de una ciudad. Es un indicio del progreso de una ciudad o región.

Los estudios demuestran que las tendencias de inversiones extranjeras directas (IED), la movilidad de la mano de obra especializada y la capacidad de las ciudades de atraer importantes eventos y conferencias internacionales están conectados positivamente con la inversión en transporte ferroviario urbano.

Preparación del caso económico

Todo lo mencionado debe aparecer en un caso económico convincente. No dependa de un único aspecto aislado, ya que por lo general no será suficiente al presentar las relaciones costo-beneficio a los departamentos de Hacienda.

Los colegas y yo estamos usando este enfoque multidimensional para ayudar a nuestros clientes a generar cambios positivos en diversas ciudades por todo el mundo. Tuve la oportunidad de apoyar el crecimiento de la red de tren ligero de Gautrain en Johannesburgo con un análisis económico de costo-beneficio. Mis colegas han hecho lo mismo respecto del desarrollo de importantes sistemas de tránsito rápido y estaciones nuevas en Toronto, un nuevo tren ligero en Calgary y la línea Crossrail en Londres.

Comuníquese con nosotros para considerar cómo podemos ayudar en la economía de su esquema ferroviario urbano.

Darren Wisher es Director Global en el equipo de Soluciones Urbanas de Hatch. Se especializa en cuantificar y maximizar los beneficios económicos y sociales de las inversiones comerciales y de infraestructura a gran escala. Vive en el Reino Unido, pero trabaja en todo el mundo. Otros miembros del personal de Hatch con los que puede comunicarse por casos comerciales de trenes urbanos y desarrollos del área de la estación son Patrick Gulliver, Jon Bunney, Michael Sutherland y Alexander Quinn. Puede encontrarlos a todos en LinkedIn.