Las ciudades del futuro: salud y riqueza sustentables

By Michael Sutherland | 30 de octubre de 2018

Ciertos estudios demuestran que las grandes ciudades albergan un crecimiento considerable de la población, un nivel excesivamente alto de crecimiento de empleos y un nivel aún más alto de crecimiento de la riqueza. Las grandes ciudades son, cada vez más, los motores de la actividad económica humana.

Entre tanto, las nuevas advertencias alarmantes de las ciencias climáticas nos dicen que tenemos poco más de una década para tomar las medidas necesarias a fin de evitar un cambio climático catastrófico. Los efectos del cambio climático se encuentran ahora en gran medida dentro del panorama de los aseguradores y los inversores a largo plazo. Los efectos y los riesgos son muy reales.

Al mismo tiempo que las ciudades alojan una actividad económica global excesiva y que el ineludible cambio climático se agrava, el enfoque se ha dirigido a la salud mental como pilar de la salud humana. Dada la importancia de las ciudades y de su papel desmesurado en albergar la actividad humana, ¿cómo se las optimiza para la prosperidad? ¿Cómo ayudamos a las personas a estar felices y alcanzar todo su potencial, mientras nos aseguramos de que el planeta pueda sustentar la vida humana? Las ciudades deben crecer de maneras que brinden beneficios a los negocios y a sus residentes. Es necesario implementar ideas antiguas y nuevas de manera satisfactoria y que tengan un efecto drástico en el uso de la tierra, los parques y la recreación, la vivienda, los lugares de trabajo, el transporte y la energía.

Si vamos a construir ciudades para la prosperidad, para que den cabida al crecimiento y eviten catástrofes ambientales, debemos mejorar en lo que respecta a lograr una actividad concentrada en los "nodos" de alta densidad y bien diseñados. Esto implica evitar el crecimiento urbano disperso ineficiente y derrochador que es sintomático en tantas áreas urbanas. Significa abrir las puertas al crecimiento y la actividad con eficiencia y de maneras que resulten atractivas a las personas.

En nuestro actual mundo con capacidad tecnológica, los nodos deben integrar y alojar lugares para el trabajo, el consumo, el encuentro y para vivir. Los nodos deben contar con el servicio de centros de transporte conectados a nivel local y regional. Estos deben ser sistemas modernos de energía con bajas emisiones de carbono flexibles para la evolución futura que reducirá las huellas de carbono y producirá espacios verdes y sistemas ambientales efectivos. Una serie de nodos interconectados pueden respaldar a los residentes y la actividad económica; satisfacen las necesidades de las personas de manera eficaz y fomentan la prosperidad. Cuando se diseñan y construyen de manera adecuada, pueden crear un valor enorme tanto para los inversores que los generan como para el público que se beneficiará.

Las personas y los negocios están dispuestos a pagar un precio más alto para estar en nodos exitosos. La economía del mercado nos dice que necesitamos más de estos tipos de aglomeraciones, ya que muchos de aquellos a los que acuden las personas, por lo general los centros dentro de ciudades exitosas, se están volviendo cada vez más costosos.

La creación de nodos exitosos requiere reunir las necesidades y los deseos de tres agentes esenciales: los residentes, los negocios y el gobierno.

A menudo, la infraestructura y la planificación del desarrollo no cuentan en el inicio con el alcance o la perspectiva para dar un paso atrás y considerar lo que es posible. Los proyectos de comisionamiento que no logran hacer lo que deben o lo que podrían hacer son una pérdida para todos, ya que los planes originales de infraestructura no contemplan lo que les importa más a los residentes, los visitantes y los usuarios. La situación puede evitarse si los equipos realizan la investigación desde el comienzo con el conocimiento correcto entre manos. Deben identificar claramente el alcance completo de lo que puede hacerse y las posibilidades de que diversos elementos se conviertan en una realidad. De esa manera, pueden construirlos específicamente para entregar incrementos económicos y otros beneficios que la comunidad desee y valore.

Al reunir las necesidades, las tendencias y el conocimiento de la infraestructura actual y planificada y lo que puede hacer con ella, Hatch inició, y realiza cada vez más, algunos de los desarrollos de infraestructura más grandes y más prometedores en algunas de las grandes ciudades del mundo, entre ellas Toronto, Londres, San Francisco y Nueva York. Estos proyectos crean cambios positivos considerables en las vidas de las personas, así como oportunidades de negocios, y alcanzan otros objetivos de construcción de ciudades.

Las regiones urbanas con alto rendimiento son productivas debido a la aglomeración de muchas personas con conocimientos y capacitación especializada que aplican sus habilidades. Un gran número de personas tratando de estar más cerca y trasladándose desde su casa al trabajo y a otros lugares genera congestión, una fricción que impide que las ciudades funcionen de manera eficiente. La falta de vivienda (señalada por los precios en rápido aumento y la reducción de la accesibilidad económica a la vivienda) implica que se necesita con urgencia transporte público excelente que esté estrechamente vinculado a los nuevos desarrollos urbanos. Dadas las recientes advertencias serias de los expertos en clima, junto con los desafíos de suministro de viviendas y la guerra continua por el talento, ahora es el momento de optimizar la infraestructura de transporte regional, dar cabida al crecimiento, lograr menores tiempos de viajes interurbanos y apoyar el desarrollo de la ciudad eficiente.

Hatch está trabajando con sus clientes para reunir desarrollos de espacios de vivienda, trabajo y consumo junto con el tránsito rápido. Estamos trabajando en muchos de los proyectos de desarrollo de transporte público más grandes en Canadá. Estamos influenciando el crecimiento de las regiones urbanas, llevando al mercado viviendas asequibles, que tanto se necesitan, y espacios para oficinas, con el apoyo de usos y servicios combinados, como espacios comerciales integrados con transporte sustentable de alta calidad. Todos están diseñados para ayudar a las personas a vivir mejor, trabajar mejor, viajar mejor, y a hacerlo todo con mayor eficiencia. Se anticipa que estos cambios llevarán a más individuos especializados a las regiones más productivas de la zona. Al comprar una casa y establecerse, revitalizarán las comunidades a lo largo de las líneas de transporte público y darán cabida al crecimiento al mismo tiempo que aprovechan al máximo la infraestructura existente. Los beneficios son triples: desarrollo más productivo para los desarrolladores y los propietarios, menos congestión para las ciudades y las comunidades que albergan el crecimiento, y hogares más asequibles y atractivos para las personas cuando se tienen en cuenta los costos totales de vivienda, mantenimiento y transporte.

Las ciudades prósperas necesitan más que infraestructura material para tener éxito. Cada vez más, vemos cómo el énfasis pasa a enfoques más humanos, diseños que integran la actividad social y el bienestar de los residentes. Sigue habiendo una brecha que requiere de aún más ingenio humano: comprender qué es lo que realmente hará un mundo mejor para las personas, tanto en sentido físico como al nivel de la experiencia. ¿En qué debemos centrar nuestra energía? ¿Qué apariencia tendrán las soluciones que enfatizan el valor para los humanos?

El crecimiento de la ciudad inteligente depende de que se identifiquen las oportunidades adecuadas y se maximicen los beneficios económicos, sociales y ambientales entregados. Tenemos el conocimiento y la tecnología en ingeniería y en ciencias sociales para abordar las cuestiones del bienestar, su desarrollo y mantenimiento, de la manera más amplia posible. Hatch está trabajando con sus clientes para enfrentar los problemas del desarrollo urbano sustentable para el beneficio del planeta, de las personas que vivirán, trabajarán y se entretendrán aquí, y de los inversores. Al aunar los conocimientos y la ciencia, creamos modelos que las personas tendrán presentes al buscar lugares para vivir e invertir en los próximos cien años y más.