Ted Lyon

Ted Lyon

Director Ejecutivo Regional para Estados Unidos

Al crecer en una familia grande con muchos ingenieros, Ted siempre supo que su destino era seguir la tradición familiar. Con más de 41 años de experiencia en los sectores de petroquímicos, químicos, metales y manufacturas, Ted ha trabajado en roles de gestión de planta, operaciones y mantenimiento, así como en la planificación, desarrollo e implementación de programas de capital. Actualmente, es el director ejecutivo regional de Estados Unidos y lidera los planes de crecimiento de Hatch en ese país.

Además, Ted es el presidente de la Fundación Asociación para la Tecnología del Hierro y el Acero (AIST, por sus siglas en inglés) y su período en el cargo es de 2019 a 2022. La Fundación AIST es una organización sin fines de lucro que ofrece programas para profesionales con orientación tecnológica; para ello, brinda información al público acerca de las carreras de diversa índole, gratificantes y de alta tecnología relacionadas con la fabricación de hierro. También es miembro honorario y ex fideicomisario del Instituto Estadounidense de Ingenieros de Minería, Metales y Petróleo y el actual titular del Comité de Inspección del Departamento de Ciencias Mecánicas y de Materiales de la Facultad de Ingeniería Swanson en la Universidad de Pittsburgh.

Ted tiene una licenciatura en ciencias de ingeniería mecánica y un máster en administración de empresas de la Universidad de Pittsburgh. Es un Ingeniero Profesional registrado en Nueva York, Pennsylvania, Louisiana, Mississippi, y Michigan.

¿Qué significa para usted un cambio positivo?

«Para mí, el cambio positivo implica innovar con seguridad en el diseño y la construcción de instalaciones sustentables que permiten el avance de la humanidad».

¿Qué hace para cambiar el mundo?

«Esa es una pregunta demasiado amplia para una sola persona; a menos que se trate de alguien como Bill Gates o Albert Einstein. Pero sí creo que cada uno de nosotros puede contribuir al cambio y, lo que es más importante, al cambio positivo. En Hatch, tenemos una plataforma para contribuir en forma individual y colectiva al cambio positivo. Como miembro de una fuerza de trabajo talentosa y diversa, que ejecuta los proyectos según nuestro Manifiesto, nos esforzamos por mejorar la posición comercial de nuestros clientes en todos nuestros encargos.

Siempre considero que mi rol es actuar como asesor y facilitador para el cliente. En Hatch contamos con una vasta experiencia (y cuando digo «vasta», me refiero a nuestro gran grupo de talento global), acompañada por expertos que contribuyen con sus conocimientos a lograr los objetivos de nuestros clientes y a brindarles un valor excepcional al pensar globalmente y actuar localmente.

No sé si eso puede considerarse como algo que cambia al mundo, pero siempre trato de que, al mirar mis contribuciones pasadas, estas hayan dejado al mundo mejor que como lo encontré. Si eso contribuye al cambio positivo, entonces tuve éxito».

¿Cuáles considera que son los desafíos más difíciles que enfrentan sus clientes?

«Esta es una pregunta con muchas facetas y, si tratamos de verla de manera holística, puede resultar abrumadora. Yo prefiero dividirla y ver los desafíos como problemas, para luego aplicar estrategias de resolución de problemas a cada uno. Elijo un par de problemas de nuestros clientes porque sé que esos problemas representan una oportunidad para nosotros.

En primer lugar, el cambio climático. Creo que ahora reconocemos y entendemos bien la ciencia del cambio climático, y en los años recientes esta ha cobrado importancia para los gobiernos y las empresas de todo el mundo. La pregunta ha cambiado, de «¿Existe o no?» a «¿Cuán rápido debemos responder para mitigarlo o revertir sus efectos?» El efecto lo sienten todos nuestros clientes de todos los sectores y vemos un cambio de paradigma en la tecnología del futuro. Desde la descarbonización, pasando por los vehículos eléctricos, la generación de energía, el transporte y las soluciones urbanas: no quedará nada sin cambiar. Los desafíos se transformarán en oportunidades y veremos un cambio significativo en la tecnología, la industria y la sociedad como resultado de este proceso. No debemos sentirnos amenazados por este cambio, ¡ya lo hicimos una vez! Estamos atravesando otra revolución que nos colocará en la próxima fase de desarrollo, impulsada por el cambio climático. La conclusión es que estamos en medio del proceso y debemos ser un agente de cambio para nuestros clientes.

También debemos emplear los mejores talentos del mundo para resolver los desafíos de nuestros clientes. Nos enorgullece contar con una enorme red de profesionales técnicos y comerciales en todo el mundo, de modo que sin importar dónde se encuentre el desafío, podemos aportar algunas de las mentes más brillantes para crear una solución. Satisfacemos la necesidad al brindarles a nuestros clientes el acceso a los mejores talentos y solucionadores de problemas del mundo».

¿Cuál es su mayor orgullo?

«Con más de cuarenta años en la industria, he tenido la oportunidad de ocupar diversos puestos, pero cuando pienso en mi carrera, lo que se destaca más es la gente con la que trabajé. Pude liderar equipos diversos y multiculturales en la ejecución de proyectos en todo el mundo. Ha sido un honor. Mi crecimiento y desarrollo son el resultado de la influencia que otros han tenido sobre mí. Estoy muy orgulloso de los equipos con los que trabajé».

¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en Hatch? ¿En qué sentido diría que la cultura de Hatch es diferente a la de otras empresas?

«En Hatch realmente creemos que las personas son el corazón de la organización y es nuestro Manifiesto el que nos une. He trabajado en Hatch por casi veinte años. He construido relaciones personales y profesionales duraderas con colegas de todo el mundo. No me podría haber imaginado el nivel de comprensión y aprendizaje que podía lograr hasta que lo experimenté. Trabajo con culturas diversas y con los mejores talentos y solucionadores de problemas del mundo en la ejecución de una amplia variedad de proyectos para resolver los problemas de los clientes en todo el planeta. Cada día ha sido una experiencia de aprendizaje que me obliga a aumentar mis habilidades. Emprendedores con alma técnica: ese es el motivo por el que me inscribí en la facultad de ingeniería tantos años atrás».