¿Está dejando valor sin aprovechar después de la construcción?

Revisión Anual 2025
Perspectivas

¿Está dejando valor sin aprovechar después de la construcción?

En los sectores de metales, energía e infraestructura, los proyectos de capital suelen ser los protagonistas. Las nuevas instalaciones, las grandes modernizaciones y las ampliaciones suelen acaparar los titulares, son los hitos que simbolizan el progreso. Pero la verdadera historia empieza una vez que se corta la cinta.

Con demasiada frecuencia, el apoyo a las operaciones se considera un servicio secundario, una medida reactiva para mantener las operaciones en marcha. Pero esta mentalidad deja valor sin aprovechar. En realidad, el apoyo a las operaciones es un motor estratégico para los propietarios de activos. Por lo general, solo el 10% del costo total del ciclo de vida de un activo corresponde al diseño y la construcción, mientras que el 90% proviene de las operaciones, el mantenimiento, la energía y la asistencia. El apoyo a las operaciones protege esta inversión y garantiza su resiliencia a largo plazo. Cuando se integra de forma estratégica, complementa y potencia las inversiones de capital, convirtiendo proyectos buenos en proyectos excelentes.

El apoyo a las operaciones se traduce en beneficios concretos: averías evitadas, prolongación de la vida útil de los activos y decisiones más acertadas en tiempo real. Son logros que quizá no generen titulares, pero que, a la larga, definen el verdadero éxito de un proyecto.

Actualmente, buena parte del interés en el apoyo a las operaciones se centra en la integración de herramientas digitales y de inteligencia artificial (IA) para mejorar la eficiencia o lograr pequeñas optimizaciones en compras o cadenas de suministro. Pero sin los socios adecuados, capaces de comprender las particularidades de cada centro, dichas herramientas aportan un valor limitado. En última instancia, el éxito depende de los operadores. De las personas. De volver a lo esencial: formar los equipos correctos y aliarse con los socios correctos, con la inteligencia y la experiencia adecuadas. Ninguna máquina puede reemplazar eso.

Los mejores socios de ingeniería son quienes trabajan a su lado continuamente. Cuando los expertos están integrados en sus operaciones, adquieren un conocimiento profundo de su ecosistema: sus procesos, sus limitaciones, sus objetivos. Esta cercanía permite tomar decisiones de diseño más inteligentes, resolver problemas más rápidamente y realizar intervenciones más eficaces.

Un ejemplo destacado de nuestras relaciones duraderas con los clientes es nuestra colaboración de décadas con una importante empresa metalúrgica.

Hatch mantiene una oficina permanente cerca de uno de los complejos, brindando apoyo integral en operaciones, iniciativas de mantenimiento de capital y grandes proyectos de inversión. Este modelo de servicios integrados nos permite mantenernos estrechamente alineados con las prioridades estratégicas y operativas de la organización, fortaleciendo las relaciones y la capacidad de respuesta.

Nuestro enfoque de colaboración incluye la aplicación de metodologías estructuradas que establecen objetivos anuales de desempeño y metas de rentabilidad para todas las fases del proyecto. Mediante una evaluación rigurosa de las alternativas de diseño, la optimización del alcance, la selección de materiales y el ajuste del cronograma, identificamos sistemáticamente oportunidades para reducir los costos totales instalados.

Solo en el año 2024, ejecutamos 46 estudios FEL1-FEL3, 45 implementaciones FEL4 y más de 150 mandatos de asistencia técnica.

Estos esfuerzos han generado un valor sustancial, ya que las estrategias de ahorro y evitación de costos implementadas han permitido reducir hasta un 20% del plan anual de inversión de capital.

Este ejemplo ilustra una gran verdad: la inteligencia operativa protege el valor de los activos. E incorporar estas perspectivas desde la fase de diseño permite crear infraestructuras más inteligentes y resilientes desde el principio. Los ingenieros que comprenden cómo se comportan los activos con el paso del tiempo aportan una visión práctica que eleva el diseño de lo teórico a lo verdaderamente funcional.

Nuestro enfoque genera beneficios tangibles: acorta la curva de aprendizaje en nuevos proyectos, acelera los tiempos de respuesta y garantiza que cada decisión se base en un conocimiento operativo profundo. Y cuando llega el momento de utilizar herramientas digitales e IA, incorporamos ese conocimiento operativo para construir sistemas eficaces y que aporten valor real. Un ejemplo emblemático es el caso de éxito en Dugald River de MMG, donde aplicamos un innovador sistema de control de procesos asistido por IA. Guiados por nuestra experiencia en operaciones, procesos y aprendizaje automático, desarrollamos y pusimos en marcha un sistema de IA de circuito cerrado capaz de modelar con precisión el comportamiento de flotación y seleccionar de forma autónoma los parámetros óptimos, todo en tiempo real y completamente integrado en la capa de control.

El futuro del desempeño industrial no se construirá con soluciones aisladas ni logros a corto plazo. Se definirá mediante estrategias audaces e integradas que conecten diseño, operaciones y transformación. A medida que las industrias evolucionen, los ganadores serán aquellos que vean las operaciones como la base de la innovación. Elegirán socios que comprendan todo el ciclo de vida de sus activos, que aporten tanto profundidad técnica como visión estratégica, y que estén dispuestos a acompañarlos, hombro a hombro, en cada desafío. Con audacia. Sin miedo. Liderando lo posible.