Afrontando el Trilema Energético (globalmente)
Para ello, necesitamos soluciones innovadoras basadas en ofertas, políticas y oportunidades tangibles. Solo así podremos alinear la expertise técnica con soluciones que brinden a los usuarios finales y a las partes interesadas soluciones energéticas confiables y sostenibles sin sacrificar la asequibilidad.
¿Qué es el trilema energético?
El trilema energético aborda el futuro de la energía y la necesidad de equilibrar fiabilidad, sostenibilidad y asequibilidad dentro del diseño, desempeño y experiencia del usuario final. En otras palabras, la industria se centra en crear una fuente de energía “perfecta” que cubra cada uno de estos criterios sin sacrificar uno por otro.
Por ejemplo, un parque eólico es una forma de energía asequible y una de las más sostenibles que existen. Pero sin viento no se genera energía, lo que hace que la generación eólica sea menos confiable que otras formas energéticas (a menos que se combine con el almacenamiento, que añade costos). Otro ejemplo es la energía nuclear. Aunque son confiables y limpios, los proyectos nucleares pueden estancarse por problemas financieros.
La lista de formas de energía que cubren dos de los tres criterios es larga y plantea la cuestión de cómo podemos obtener y aplicar una energía que cumpla con los tres componentes. No hay respuestas perfectas ni sencillas pero, pensando de forma innovadora, podemos empezar a construir soluciones prácticas, seguras, sostenibles, asequibles y confiables.
¿Cómo podemos utilizar soluciones innovadoras para abordar el trilema?
Hay una serie de soluciones tangibles que abordan directamente el trilema energético de forma práctica.
Los recientes avances en la tecnología de corriente continua de alta tensión (HVDC, por sus siglas en inglés) han hecho técnica y económicamente viable la transmisión a larga distancia en muchas jurisdicciones. La HVDC se ha utilizado tradicionalmente para la transmisión de energía a larga distancia, pero la introducción de la fuente de tensión ha permitido mejorar la capacidad de control y conseguir una conexión más estable con zonas y sistemas más débiles.
La conexión de los emplazamientos de generación renovable (incluida la eólica marina) con centros de carga distantes también es ahora posible de formas antes inimaginables, salvando el factor de equidad llevando electricidad sostenible y asequible a quienes antes no tenían acceso a ella.
Los proyectos de baterías a gran escala también ayudarán a la eólica y la solar a equilibrar el trilema, aportando fiabilidad a la fuente. Los pequeños reactores modulares (SMR, por sus siglas en inglés) abordan el trilema con reactores listos para usarse, rápidos de construir y asequibles, que ofrecen a la industria otra opción para descarbonizar y llevar electricidad confiable y sostenible a comunidades remotas.
La innovación, la política y una buena dosis de determinación han permitido que el hidrógeno bajo en carbono llegue por fin al horizonte prometido de “20 años”, ayudando a ofrecer opciones sostenibles a la industria (como siderurgia ecológica, amoníaco verde y transporte de vehículos grandes) y a las empresas de servicios públicos que buscan descarbonizar sus redes.
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Gestión de Riesgos
La industria privada no puede hacerlo sola. Se necesita una política sólida para priorizar y construir proyectos que busquen el equilibrio entre asequibilidad, sostenibilidad y fiabilidad, respetando al mismo tiempo a las comunidades anfitrionas y de origen nativo. También es necesaria una política que indique a los inversores privados que invertir en proyectos que equilibren el trilema energético es una decisión acertada, y que indique que los gobiernos están dispuestos a invertir importantes fondos públicos para ayudar a sacar adelante estos proyectos.
Nuestro trabajo en el sector energético abarca tanto las economías desarrolladas como las emergentes, y el trilema energético entraña complejidades en ambas situaciones. En el mundo desarrollado, una política acertada debería permitir a los industriales y a los inversores desarrollar soluciones que sorteen los tres imperativos del trilema energético. Pero, ¿qué pasa con el mundo en desarrollo?
La pobreza energética es uno de los principales problemas que abordan los mecanismos de financiación del desarrollo. Es fundamental que estas regiones adopten la generación renovable, en lugar de seguir el camino histórico hacia la industrialización a través de los combustibles fósiles. Para ayudar a conseguirlo, Hatch participa en proyectos en todo el mundo que implican almacenamiento renovable junto con redes de transmisión y distribución para llegar a segmentos de la población que nunca han tenido acceso a la electricidad.
Hatch se enfrenta a lo difícil. Trabajamos con nuestros clientes, socios y la industria para resolver los obstáculos del sector y equilibrar objetivos contrapuestos, de modo que podamos ayudar a que la industria avance, y aplicamos el mismo conjunto de reglas y normas para equilibrar el trilema.
Estas transiciones no se producirán si estamos aislados. Todos nosotros y toda nuestra industria (incluso las industrias competidoras) necesitamos trabajar juntos para innovar y conseguir exitosamente ese equilibrio. Con nuestros clientes, las partes interesadas del sector y las comunidades podemos trabajar para hacerlo bien y crear juntos un cambio positivo.
Comuníquese con nosotros si desea obtener más información y saber cómo Hatch está respondiendo a la transformación energética y cómo podemos ayudarlos.
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Beth Buckmaster
Director, Relaciones con Clientes y Partes Interesadas
Beth es la directora de relaciones con clientes y partes interesadas del grupo de energía de Hatch y es una apasionada y reconocida creadora de relaciones con 15 años de experiencia en el sector de la energía y las energías limpias, ayudando a líneas de negocios y mercados a crecer mediante el desarrollo y la gestión de estrategias de clientes, partes interesadas y políticas que impulsan una mayor conciencia de marca, acceso al mercado y crecimiento. Como líder apasionada del sector de las energías limpias, Beth ha sido reconocida recientemente como una de las 100 mujeres que lideran la transición energética de Canadá por Women in Renewable Energy (WiRE), GLOBE Series y Pembina Institute. Beth es miembro activo de la industria y forma parte de la Asociación Canadiense de Pilas de Combustible de Hidrógeno, y actualmente es copresidenta del Grupo de Trabajo de Sensibilización sobre el Hidrógeno de la NRCan en apoyo de la Estrategia del Hidrógeno para Canadá.