Pasado y presente: la línea de tiempo de los sistemas de transporte neumático

By Jack Hilbert | 12 de febrero de 2021

En unos meses celebraré mi 48° aniversario trabajando en la industria de sólidos a granel global y, más específicamente, en el campo de los sistemas y el equipamiento de transporte neumático. El transporte neumático es una de las tecnologías disponibles para mover materiales sólidos secos a granel, como el cemento, los minerales, los polvos químicos y los comprimidos, de un punto a otro. Como todo en esta vida, la industria del transporte neumático cambió de forma significativa en las últimas décadas.

Recuerdo que, durante mis años como un ingeniero joven recién salido de la universidad, siempre buscaba la tecnología detrás de la práctica, y siempre que preguntaba por qué hacíamos las cosas o por qué no las hacíamos, me respondían "pregúntale a Jim".

Jim, mentor y experto en el área, me decía que hacíamos las cosas de esa forma porque así era como siempre lo habíamos hecho y eso era lo que le habían enseñado. Luego, abría uno de los cajones de su escritorio y sacaba varias tablas amarillas y lápices de madera y me mostraba sus notas, documentos con comentarios, informes de mantenimiento de campo, fotografías y papeles con mensajes de llamadas telefónicas escritos a mano, que esencialmente conformaban la base de datos tecnológica de la empresa.

Nuestra empresa no era la única: todas tenían su propio Jim y la información no estaba al alcance de la mano, como lo está hoy. No era sorprendente que el transporte neumático a menudo se considerara una especie de arte misterioso y no una ciencia.

Con el tiempo, las cosas cambiaron. Cada vez más ingenieros de diferentes disciplinas se incorporaron al área, se implementaron canales de comunicación y se establecieron medios para obtener y documentar información. Las empresas comenzaron a invertir en tecnología y equipos nuevos, impulsadas por la demanda de construir plantas de producción con velocidades y capacidades que antes se consideraban imposibles.

Para respaldar este crecimiento en la industria, se comenzó a considerar al transporte neumático como una ciencia que aplicaba métodos comprobados y principios de cantidad de movimiento, transformación de energía, termodinámica y las leyes de la dinámica de los gases compresibles. ¿El resultado? Las tablas amarillas y las notas crípticas se convirtieron en propiedad intelectual y pronto estuvieron disponibles las técnicas computarizadas para el diseño de sistemas. Sin ignorar las lecciones aprendidas y la valiosa experiencia de quienes nos precedieron, los expertos comenzaron a incorporar datos obtenidos de instalaciones de prueba creadas exclusivamente para fines de investigación y a usar mejores métodos de adquisición de datos e inteligencia artificial para perfeccionar las técnicas.

Al mismo tiempo, cuando todavía los proveedores de equipamiento y sistemas neumáticos protegían con mucho recelo su capacidad de diseñar sistemas e incluían -con justa razón- a su tecnología dentro de su línea de productos patentada, varios centros académicos globales comenzaron a agregar el transporte neumático a sus instalaciones de prueba y a sus planes de estudio. Comenzaron a divulgarse documentos técnicos en revistas especializadas, conferencias comerciales y libros de texto. El "humo" del misterioso arte de los sistemas de transporte estaba empezando a disiparse y los "espejos" reflejaban la realidad.

Actualmente, el transporte neumático se reconoce más como una ciencia que puede explicarse en términos de fórmulas y ecuaciones, y que puede predecir los cambios en el desempeño de los sistemas existentes mediante adquisición de datos en línea y cambios del proceso en el equipo en tiempo real. Además, cada vez se implementan más obligaciones regulatorias para la manipulación de materiales inflamables en el diseño de sistemas y equipos, con el objetivo de minimizar los riesgos de daños materiales y, lo que es más importante, las lesiones físicas.

Siempre se supo que el transporte neumático, aunque tiene muchas características atractivas, como la flexibilidad para trazar los recorridos de las tuberías de transporte y los beneficios para el medioambiente en cuanto a emisiones físicas de polvo, también es la forma de manipular materiales que más energía consume.

Hoy en día, nuestro conocimiento sobre la naturaleza física de los materiales que transportamos es mucho mayor que en el pasado. El transporte neumático sigue consumiendo mucha energía en el sentido relativo, pero puede consumir mucho menos con las tecnologías avanzadas y las técnicas de aplicaciones disponibles, como es uso de transporte de fase densa y de sistemas modernos, lo cual ayuda a disminuir los requisitos de energía en todo el sistema.

Un ejemplo de esto es PneuCalc 7.0.0, que es una mejora innovadora del software anterior, orientada específicamente a brindarle a los usuarios una interfaz más simple e información adicional para ayudarlos a optimizar el diseño de sus sistemas de transporte neumático. Las características y herramientas de este software ayudan a los usuarios a lograr el mejor diseño del sistema, detectar y resolver los problemas existentes y evaluar las propuestas técnicas de proveedores externos, lo cual logra la máxima eficiencia en forma rentable.

Gracias a los cambios positivos en el diseño de equipos, los materiales y las alternativas de construcción disponibles actualmente, la mayor comprensión de los motivos por los cuales hacemos o no hacemos ciertas cosas y, quizás lo más importante, los avances en la investigación con bases de datos y el software de diseño de última generación, los sistemas de transporte actuales están enfrentando algunos de los desafíos más difíciles del mundo con soluciones seguras, innovadoras y cada vez más sustentables.