El desafío

El agua, la esencia de la vida. Un recurso indispensable que comparten personas, lugares y demás. La gestión cuidadosa y consciente de su calidad y volumen en los procesos industriales y las infraestructuras urbanas es nuestra responsabilidad, una responsabilidad enorme. Tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de que el agua regrese de manera limpia, segura y abundante a los sistemas naturales de los cuales dependemos.

Debemos cambiar nuestra forma de entender el agua. Su verdadero valor, desde las perspectivas económica, social y ambiental, se debe incorporar al ciclo de vida útil completo de cualquier emprendimiento, ya sea personal, profesional, industrial o ambiental.

A medida que la urbanización avanza y se afianza en el mundo en desarrollo, las comunidades se trasladarán a las ciudades en cantidades mucho mayores. Debemos responder de manera adecuada, concienzuda y con un sentido de responsabilidad como nunca antes. Debemos analizar cómo lograr que haya agua limpia, segura y accesible para esas nuevas comunidades urbanas y, además, para el resto del mundo.

El agua es fundamental para varios aspectos de la minería. Determinar su valor en todo el ciclo de vida útil industrial es esencial para las estrategias responsables de reducción y gestión del uso del agua. Pero debemos considerarlo en un contexto más amplio y centrarnos en la sostenibilidad ambiental y en el uso responsable del agua en toda la industria.

Nuestra respuesta

• Transformar los datos en decisiones: Los datos masivos y los sistemas de control automatizados tienen el potencial de transformar el modo en que trasladamos el agua a través de las ciudades. Por ello, seguirán cumpliendo un papel fundamental a la hora de enfrentar los desafíos que presentará la urbanización. Nos hemos aliado con el Consejo Mundial de Datos de Ciudades para ayudar a las ciudades a tomar decisiones mejores y más sostenibles, provistas de la información que ofrecen la recolección de datos y las herramientas de análisis modernas.
• Proporcionar agua donde se la necesita: Las comunidades y la industria seguirán compitiendo por los mismos recursos hídricos limitados. Podemos ayudar a encontrar mejores maneras de trasladar y distribuir el agua para que se satisfagan las necesidades de todos.
• Proteger el medio ambiente con efectividad: Los sistemas de tratamiento de agua deben tener en cuenta a todo el ecosistema: las fuentes de donde proviene el agua; los efectos que se producen luego de su tratamiento; cuándo, dónde y cómo recuperar, reciclar o tratar el agua. Nuestros diseños deben cumplir con las reglamentaciones ambientales, pero logran mucho más que eso. Involucrarnos por completo y de manera respetuosa con las comunidades en las que operamos (con quienes compartimos los recursos hídricos) nos permite obtener la licencia social para realizar nuestras operaciones. Mantenemos el valor de los accionistas y conservamos la confianza del público, lo cual nos ayuda a garantizar que se nos recibirá nuevamente para continuar trabajando juntos.
• Abordar el desarrollo industrial de manera integrada: Al contemplar toda la cuenca hidrográfica como una unidad, descubrimos soluciones sostenibles que minimizan el uso del agua y los relaves y que, además, tienen un efecto positivo en la rentabilidad. Las soluciones hídricas deben adaptarse a los procesos metalúrgicos, la resistencia de las construcciones, la hidrología y el terreno. Si se combinan todos estos aspectos en la etapa inicial del proceso en vez de dejarlos para después, podemos evitar errores y accidentes que pueden elevar los costos, dañar el medio ambiente y poner en riesgo la buena disposición de la comunidad, que tanto cuesta obtener.