Un nuevo comienzo: la nueva era circular de cero emisiones netas

Autor(es) Adel Muna

Estamos en territorio desconocido. Es una nueva era en la que hemos experimentado una guerra, situaciones de crisis y una demanda por la transformación energética. ¿Es necesario acelerar la transformación industrial a cero emisiones netas?

Un nuevo comienzo: la nueva era circular de cero emisiones netas

En noviembre de este año, la Unión Europea (UE) celebrará su 30 aniversario en medio de una serie de desafíos de entramado complejo. El principio fundamental sobre el que se fundó la UE era construir un cuerpo económico y político que pudiera brindar soluciones frente al cambiante panorama que se generó tras la caída de la Unión Soviética.

La UE siempre disfrutó de convenientes suministros de energía de sus vecinos al este y al sur (además de los propios, claro está, principalmente del Mar del Norte). La guerra de Rusia contra Ucrania creó una situación en la que los líderes europeos se vieron obligados a reaccionar con el Marco Temporal de Crisis, que ahora cambiará su nombre a Marco Temporal de Crisis y Transición, con el fin de minimizar la dependencia energética de la región.

Desde mi punto de vista, la UE siempre ha reconocido que su dependencia energética y el deterioro de su capacidad de fabricación han afectado su influencia política en el ámbito global. Dicho esto, la UE también ha manifestado que garantizar la competitividad frente a otras potencias económicas globales es la mejor estrategia a largo plazo.

Mucho antes de que Rusia iniciara la guerra contra Ucrania, la UE ya había desarrollado planes y reglamentaciones para capitalizar su transformación ecológica y digital, al apoyar la producción de energía renovable, las innovaciones de cero emisiones netas, las tecnologías de combustibles alternativos sustentables y, más tarde, la descarbonización industrial mediante la electrificación y la digitalización. El Pacto Verde europeo se aprobó en 2020, con el objetivo general de que la UE fuera neutral en emisiones para el 2050. Sin embargo, se vio obligada a acelerar e intensificar sus acciones debido a los siguientes cambios significativos:

  1. El período posterior a la pandemia de COVID-19, que trajo aparejada una alta inflación e interrupciones graves en las cadenas de suministro globales
  2. La guerra de Rusia contra Ucrania y la exposición de la dependencia energética de Europa
  3. La Ley para la Reducción de la Inflación de Estados Unidos y el temor de que su incentivo para la acción contra el cambio climático de 370 mil millones de dólares atraiga inversiones privadas a ese país en una escala preocupante
  4. Los planes del Día Verde en el Reino Unido, que buscan impulsar la economía doméstica mediante subsidios y competencias con gestión gubernamental en tecnologías libres de carbono o con muy pocas emisiones (como los reactores nucleares avanzados y la captura y almacenamiento de carbono)

La UE respondió a estos cambios renovando el Pacto Verde, reforzando los valores y objetivos macroeconómicos más amplios que se establecen en las iniciativas NextGenerationEU, REPowerEU y, a partir de febrero de 2023, el Plan Industrial del Pacto Verde. Del mismo modo en que ocurre del lado de la demanda, la UE entiende que un ecosistema sólido de cero emisiones netas solo puede sostenerse si está respaldado por un sólido contexto de fabricación con cero emisiones netas del lado del suministro dentro de sus fronteras.

Según lo propuesto por la Comisión Europea, la Ley sobre la Industria de Cero Emisiones Netas (NZIA, por sus siglas en inglés), una vez aprobada, brindará respuestas para el sector de suministro en torno de las tecnologías específicas de cero emisiones netas. Antes de hablar de estas tecnologías, es importante dejar en claro los objetivos clave de esta ley:

  • Implementar más rápidamente inversiones en tecnologías de cero emisiones netas
  • Reducir las emisiones de CO2 en industrias donde esta reducción resulta difícil
  • Reforzar el Mercado Único Europeo en respuesta al Brexit
  • Invertir en capacitar y facultar nuevamente a la fuerza laboral europea para ayudar en las transiciones ecológica y digital
  • Apoyar y facilitar las innovaciones en tecnologías nuevas y emergentes en el sector de cero emisiones netas y digital
  • Simplificar la gestión y aumentar la uniformidad entre los estados miembro
  • Monitorear la implementación y medir el progreso con respecto al Objetivo 55 europeo (55 % de reducción de emisiones para el 2030, en comparación con los niveles de 1990).
  • Debido a la demanda creada por otras disposiciones del Pacto Verde europeo, es muy importante concentrar nuestros esfuerzos en crear y sostener cadenas de suministro upstream en ciertas tecnologías clave, es decir, tecnologías estratégicas de cero emisiones netas como las que se analizan a continuación.

    Tecnologías solares fotovoltaicas y térmicas

    Actualmente, casi todos los módulos fotovoltaicos se importan a Europa, en su mayoría desde China. Algunos segmentos upstream de la cadena de suministro tienen niveles de importación neta del 90 % (como en los lingotes y las obleas). La EU espera poder cubrir hasta el 40 % de sus necesidades de células solares fotovoltaicas para el 2030, una porción de mercado que representaría 30 GW por año.

    Tecnologías renovables eólicas y en alta mar

    Aunque la UE es un líder mundial en la fabricación de plataformas marítimas y palas de turbinas, su balanza comercial se está deteriorando debido al aumento de los costos de energía y la competencia de los mercados globales (por ejemplo, en el Reino Unido, China, Estados Unidos e India). La Ley NZIA convoca a los fabricantes de suministros para energía eólica de Europa a que se consoliden y trabajen juntos para expandir su porción de mercado hasta llegar a una capacidad de fabricación total de, al menos, 36 GW por año para el 2030.

    Tecnologías de baterías y almacenamiento

    En coincidencia con la Alianza de las Baterías europea, la ley NZIA busca cubrir al menos el 90 % de la demanda total de fabricación de baterías dentro de la UE. Esto se traduce en una capacidad de fabricación de al menos 550 GWh por año para 2030 en la UE.

    Tecnologías de bomba de calor y energía geotérmica

    La UE estima que la demanda de bombas de calor aumentará más de seis veces para 2050. Las bombas de calor subterráneo se consideran una tecnología integral para la descarbonización y la innovación de las necesidades energéticas de los edificios y las comunidades urbanas del futuro.

    Electrolizadores y pilas de combustible

    La UE espera lograr una producción de 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable nacional para el 2030. No obstante, para lograr la neutralidad en emisiones para el 2050, se estima que deberán producirse 450 millones de toneladas de hidrógeno a partir de energías renovables y gas natural, lo cual pone de manifiesto la necesidad de almacenamiento permanente, accesible y adecuado de CO2 en formaciones geológicas dentro de sus fronteras. Para aumentar la participación de las moléculas de hidrógeno renovables, la UE tiene planificado lanzar un banco de financiación del hidrógeno, en el que adjudicará primas por kilogramo de hidrógeno producido (en contraste con los créditos impositivos a la producción de la Ley para la Reducción de la Inflación de EE. UU.).

    Tecnologías de biogás y biometano sustentables

    La Asociación Industrial de Biometano europea se formó para contribuir al logro de la iniciativa REPowerEU de llegar a un objetivo de producción de biometano de 35 mil millones de metros cúbicos para 2030. La ley NIZA exige un aumento sustancial en la producción actual de biogás y subsidios para financiar la limpieza de biogás para producir biometano como un sustituto sustentable del gas natural.

    Tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS)

    La UE estima tendrá que inyectar al menos 50 millones de toneladas de CO2 en instalaciones geológicas de almacenamiento permanente dentro de Europa para 2030. La ley NIZA alienta a las principales empresas de petróleo y gas a compartir datos de los recursos que estén prontos a agotarse y a invertir y facilitar las inversiones en estas autorizaciones, con el fin de cumplir con los objetivos de la UE. Este instrumento parece sugerir que una parte significativa del CO2 capturado se originará en la producción de hidrógeno a partir de gas natural (mediante tecnologías convencionales de reformado de metano con vapor). La red y el almacenamiento de carbono del futuro serán infraestructuras críticas para la descarbonización de las industrias en Europa.

    Tecnologías de red

    La transformación de las redes eléctricas, tanto en el ámbito de la transmisión como de la distribución, juega un rol crítico para permitir la integración confiable de soluciones inteligentes. La corriente continua de alta tensión (HVDC, por sus siglas en inglés), la fabricación de cables para tierra y submarinos, y los transformadores y subestaciones en alta mar tendrán un papel preponderante en los ambiciosos objetivos de producción de energía eólica para el 2030. De forma similar, en la ámbito de la distribución, la introducción de la carga inteligente para vehículos eléctricos (EVSC, por sus siglas en inglés), los sistemas inteligentes de gestión de la energía para edificios y la electrificación industrial requerirán una adquisición y gestión de datos digitales integral para establecer redes eléctricas flexibles, eficientes y confiables, que puedan interactuar con las múltiples partes y dispositivos que permiten la respuesta desde la demanda de los consumidores y la adopción de renovables durante la próxima década.

    Mi opinión

    La UE está respondiendo a los cambios globales en el comercio y las transiciones verde y digital. Mientras se enfoca en fabricar hasta el 40 % de su implementación total en proyectos estratégicos de cero emisiones netas para 2030, será interesante ver cómo los 27 estados miembro trabajan unidos para desarrollar marcos cohesivos de otorgamiento de permisos y normas para acelerar la aplicación de proyectos estratégicos de cero emisiones netas, sin perjudicar sus propios marcos nacionales.

    Dada la naturaleza urgente del plan del Pacto Verde y las normas relacionadas, se ha hecho poco en pos de evaluar los impactos económicos, ambientales y sociales de estos proyectos.

    La UE ha obtenido muchos logros durante los últimos 30 años y espera que la próxima década establezca las bases para una transformación rápida y sustentable en las áreas de cambio climático e innovaciones para las cero emisiones netas. Los expertos ingenieros, científicos, tecnólogos y asesores de Hatch comparten esa visión y tienen un fuerte compromiso con el desarrollo de tecnologías innovadoras para la producción, entrega y almacenamiento de energía no basados en carbono, lo cual nos ayudará a impulsar una nueva era global de cero emisiones netas.

    Referencias: