Cómo entender el valor social en un mundo cambiante
¿Qué es el valor social?
El valor social es un término amplio. Se refiere al impacto social, ambiental y económico neto de algo, sea un proyecto de desarrollo urbano o una iniciativa de regeneración comunitaria. Define las repercusiones, tanto positivas como negativas, que tienen las decisiones, inversiones y actividades en las experiencias que viven las personas, y cómo esto se refleja en la prosperidad y en el lugar. Entender y aplicar el concepto de valor social significa adoptar un enfoque estratégico e integral de impacto social, con el objetivo de maximizar el valor neto creado para la sociedad y promover mejoras en el bienestar y en la calidad de vida de todos.
¿Por qué es tan importante?
Los lugares exitosos son mucho más que calles, edificios, comercios e infraestructuras. Es la gente la que hace que los lugares sean distintos y excepcionales, y mejorar sus vidas forjando los entornos urbanos debe ser el núcleo de cualquier estrategia de creación de espacios.
Con tantos problemas que enfrenta la sociedad actual, desde los altos niveles de soledad hasta las crecientes tasas de obesidad y enfermedades respiratorias, el entorno construido tiene la oportunidad real de forjar comunidades saludables que combatan múltiples problemas. Comprender el valor social y cómo puede optimizarse puede ayudar a los responsables de tomar decisiones a determinar, por ejemplo, lo siguiente:
- Cómo proyectar y evaluar el valor generado por los proyectos de transporte de importancia nacional
- Cómo dividir en etapas el desarrollo orientado al transporte público en toda la ciudad
- Cómo mirar atrás y evaluar el impacto de un programa de inversión en viviendas comunitarias.
Cómo resolver problemas arraigados más allá de métricas y objetivos
En lugar de centrarnos en el costo y el beneficio, pensar en el valor social amplía el panorama al plantear preguntas como “quién se beneficia, quién podría quedarse rezagado y cómo forja esto nuestros lugares a lo largo del tiempo”.
Con este pensamiento podemos detectar los costos ocultos de decisiones aparentemente “baratas” o “asequibles”, y los beneficios ocultos de inversiones que a primera vista parecen demasiado costosas. Por ejemplo, el costo de cubrir las necesidades de vivienda de nuestra población envejecida o de invertir en viviendas de alta calidad puede parecer inasequible en papel. Sin embargo, si la calidad del entorno mejora la salud y el bienestar, reduce las visitas al médico y al hospital, mejora la asistencia en las escuelas y el rendimiento escolar, y refuerza la cohesión en la comunidad, el valor global es mucho mayor. Este enfoque, si lo adoptan todos los socios estratégicos que participan en la creación de espacios, puede garantizar que el dinero público y la inversión privada generen un cambio positivo y duradero. Por eso son tan importantes las asociaciones público-privadas con contratos basados en resultados, para alinear los incentivos entre el bien público y el rendimiento de la inversión del sector privado, pues se mide lo que importa y se trata el valor social como rentabilidad por derecho propio.
Más allá de marcar casillas
Si queremos tener un impacto real en la vida de las personas, debemos llevar el valor social más allá del ejercicio de marcar casillas en la fase de contratación de un proyecto. En un entorno global en el que se percibe un compromiso’ más incierto con los principios de ESG entre los encargados de tomar decisiones, es’más importante que nunca ofrecer beneficios genuinos a la comunidad. Por ejemplo, en Australia, Haven Home Safe, proveedor de viviendas comunitarias con sede en Melbourne, está redefiniendo su papel para poner el valor social en el centro de una ambiciosa propuesta de barrio modelo en la región de Victoria. En asociación con Hatch, el proyecto desafía las normas tradicionales de baja densidad al introducir diversas tipologías de viviendas asequibles que favorecen una comunidad integrada e inclusiva. Los principios de impacto social —fundamentales para la misión de ’Haven Home Safe— han influido en todos los aspectos de la visión, desde el diseño de las viviendas hasta la cohesión de la comunidad, para garantizar que el vecindario fomente el bienestar, la equidad y la resiliencia a largo plazo. Respaldada por la experiencia de Hatch’ en sostenibilidad y planificación basada en lugares, la propuesta demuestra cómo el crecimiento regional puede ser socialmente responsable y estar arraigado localmente, además de ofrecer un argumento convincente para ‘urbanizar los suburbios’ de una manera que beneficie a todos.
En el Reino Unido, en el distrito londinense de Kings Cross, trabajamos con Argent y King’s Cross Central Limited Partnership para cuantificar el impacto social y económico de una regeneración dirigida por el plan maestro de King’s Cross, con el fin de captar las repercusiones económicas y sociales positivas del proyecto a largo plazo. Mediante el desarrollo de un enfoque innovador de recopilación, análisis e informes de impactos, hemos creado una base empírica sólida de lo que funciona para optimizar los efectos positivos de futuras inversiones y proyectos de regeneración, incluido el desarrollo y la gestión continuos del entorno construido en el área del plan maestro.
Cómo aportar valor duradero
Sea cual sea la escala y el contexto, el proceso de desarrollo supone entender las repercusiones sociales del nuevo desarrollo e introducir cambios que beneficien a las comunidades en las que este se produce. Hay aquí una gran oportunidad para “mejorar” el desarrollo. Tenemos la capacidad de abordar muchos de los problemas sociales a los que se enfrentan las comunidades con soluciones innovadoras y creativas.
Al hacerlo, podemos tener un impacto duradero y positivo en la vida de las personas’.
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Don Joe