Fomentando la inclusión y redefiniendo la accesibilidad en la arquitectura

By Stefanija Stameska | Martes 2 de abril de 2024

En el amplio lienzo de la arquitectura, el concepto de accesibilidad trasciende las ideas convencionales y encarna un profundo compromiso con la creación de espacios que ofrezcan un acceso significativo y brinden a todas las personas la oportunidad de vivir con dignidad.

Representa más que rampas y puertas más anchas; la accesibilidad en la arquitectura constituye la piedra angular de una comunidad, fomenta un sentimiento de pertenencia y comodidad que abarca diversas capacidades, grupos etarios, características culturales, afiliaciones religiosas y mucho más.

En medio de nuestro afán creativo, es fácil pasar por alto la necesidad imperiosa de entornos que no solo sean físicamente accesibles, sino también acogedores y no hostiles para todos. Como diseñadores, a veces pasamos por alto el hecho de que cada persona experimenta la vida y se mueve por el espacio de maneras intrínsecamente únicas. Esta omisión podría llevarnos a descuidar los diseños que atienden a estas experiencias diversas.

Sin embargo, como creadores, ya seamos diseñadores, arquitectos o ingenieros, tenemos una gran responsabilidad. Al igual que los juramentos solemnes de honradez y servicio público que prestan médicos, abogados y bomberos, nuestro compromiso con el entorno construido debe ser inquebrantable. Se nos confió la responsabilidad de reconocer y honrar estas formas de vida únicas, y nuestro deber consiste en crear entornos que proporcionen comodidad y dignidad al mayor número posible de personas.

Entender las estadísticas enfatiza aún más la urgencia y la importancia de nuestro papel en el fomento de la inclusión. Piense en esto: 1 de cada 5 canadienses de 15 años o más vive con una o más discapacidades. Desde jóvenes a adultos mayores, los porcentajes suben, lo que muestra la amplitud de individuos que navegan por la vida con necesidades diversas. Además, es vital reconocer que, estadísticamente, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir discapacidades que los hombres, lo que enfatiza la necesidad de tener en cuenta la perspectiva de género en el diseño.

Por tanto, redefinir la accesibilidad en la arquitectura no es solo una obligación moral; es una celebración de la diversidad y un testimonio de nuestro compromiso con una sociedad más integradora. Se trata de entrelazar la inclusión en la trama de nuestros diseños, garantizando que cada espacio que creamos fomente un sentido de comunidad y de dignidad para todos los que se encuentren con él.

A medida que avanzamos en nuestra labor arquitectónica, nuestro objetivo es asumir esta responsabilidad de defender la diversidad, diseñar con empatía y crear espacios que trasciendan las barreras.

Redefinición de la accesibilidad en la arquitectura

Diseñar teniendo en cuenta la accesibilidad es un aspecto fundamental de la práctica responsable de la arquitectura. Sin embargo, la integración de conceptos de accesibilidad en los diseños conlleva una serie de retos que los arquitectos enfrentan con regularidad.La readaptación y la renovación, aunque son esenciales para mejorar la accesibilidad, presentan una serie de retos únicos; la intrincada naturaleza de la modificación de las estructuras existentes para cumplir las normas de accesibilidad exige a menudo soluciones creativas.

Uno de los retos fundamentales es la falta de un conocimiento exhaustivo de las implicaciones económicas de integrar funciones de accesibilidad. Las decisiones de diseño orientadas a mejorar la accesibilidad pueden acarrear gastos adicionales que pueden dar lugar a ideas erróneas y a la resistencia de los clientes o de las partes interesadas, lo que obstaculiza la implementación de las modificaciones necesarias. Educar a las partes interesadas sobre los beneficios a largo plazo y sobre el valor del diseño inclusivo es crucial para superar este desafío.

Otro reto crítico reside en la falta generalizada de empatía y comprensión de los principios de accesibilidad y diseño universal entre las distintas disciplinas del ámbito de la construcción y del diseño. Los arquitectos no solo tienen la responsabilidad de incorporar la accesibilidad a sus diseños, sino también de educar y colaborar con otros profesionales involucrados en el proceso de construcción. Para salvar esta brecha es necesario realizar esfuerzos proactivos de manera de promover la toma de conciencia, fomentar la empatía y alentar una comprensión holística de la importancia de la accesibilidad en el diseño.

Integrar los conceptos de accesibilidad en los diseños arquitectónicos exige un intrincado equilibrio de creatividad, conocimientos técnicos y activismo. Es imperativo superar los retos relacionados con la adaptación y las implicaciones de costos, y fomentar una comprensión más profunda de la accesibilidad en todas las disciplinas. Crear espacios que se adapten a las personas independientemente de sus capacidades físicas implica un enfoque integral basado en los principios del diseño universal.

Diseño con la accesibilidad en mente

Comprender y aplicar los siete principios del diseño universal constituye la base para crear espacios inclusivos: uso equitativo, flexibilidad de uso, uso sencillo e intuitivo, información perceptible, tolerancia al error, bajo esfuerzo físico y espacio adecuado para el acercamiento y el uso.

Para crear realmente espacios de diseño universal, los arquitectos deben tener en cuenta múltiples factores y perspectivas. La accesibilidad física es un aspecto fundamental, pues garantiza que los espacios se adapten a los usuarios en sillas de ruedas mediante rampas, puertas más anchas y caminos accesibles. Sin embargo, va más allá de la movilidad física y abarca consideraciones sensoriales, incluidos elementos visuales y auditivos, para ayudar a las personas con deficiencias auditivas o visuales.

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La orientación de las señales es otro aspecto fundamental del diseño universal. Diseñar espacios con una señalización clara, una distribución intuitiva y ayudas para el desplazamiento accesibles beneficia a todos, incluidas las personas con discapacidades cognitivas o con problemas de orientación espacial. Además, la ergonomía y la comodidad del usuario desempeñan un papel fundamental en la creación de espacios de diseño universal. Esto implica tener en cuenta la comodidad y facilidad de uso para personas de distintas edades, capacidades físicas y tamaños.

Es importante reconocer que el diseño universal no gira únicamente en torno a grupos específicos, tales como los usuarios en sillas de ruedas o las personas con deficiencias visuales. Abarca un espectro más amplio de necesidades, teniendo en cuenta a los padres con cochecitos, las personas mayores con rodillas débiles o las que sufren fatiga. Además, es crucial crear entornos propicios para la relajación y el bienestar mental. Los arquitectos y diseñadores deben estudiar la diversidad demográfica que utilizará estas instalaciones y tratar de satisfacer eficazmente las necesidades de la población.

Abordaje de las necesidades reales de todos los usuarios

Una de las principales ventajas de integrar la accesibilidad en los diseños arquitectónicos es la posibilidad de construir espacios sostenibles e integradores desde el principio, evitando la necesidad de costosas adaptaciones posteriores. Al tener en cuenta los principios del diseño universal desde el inicio, sentamos las bases de entornos que se adaptan perfectamente a necesidades diversas sin los trastornos y gastos que suponen las modificaciones posteriores. Este enfoque proactivo no es una mera medida de ahorro; es un compromiso con la sostenibilidad, que garantiza que nuestros espacios perduren y evolucionen con gracia.

Cuando los especialistas y consultores adoptan el espíritu de la inclusión, generan un renacimiento en el pensamiento del diseño. Al dar prioridad al diseño in situ y universal, amplifican la creatividad, desafían las normas y superan los límites para crear espacios que trascienden las limitaciones.

El argumento económico es claro: adaptar los espacios para que cumplan las normas de accesibilidad después de la construcción resulta considerablemente más caro que integrar estos principios al inicio del proyecto. La prudencia financiera se alinea con la responsabilidad ética cuando reconocemos que atender las necesidades reales de las personas con discapacidad desde el principio no solo es beneficioso, sino también moralmente imperativo.

Las estrategias deliberadas y planificadas para un acceso significativo allanan el camino a un entorno construido que anticipa y satisface las necesidades de todos los usuarios. Esta previsión garantiza que cada espacio que creamos se convierta en un ejemplo de inclusión, al mejorar la facilidad de uso y la comodidad de todos.

Integrar la accesibilidad establece un punto de referencia; un estándar que va más allá del cumplimiento regulatorio. Implica un compromiso con la excelencia, que nos impulsa a evolucionar y a mejorar constantemente los espacios que creamos, atrayendo, así, a una diversa gama de visitantes, personal y clientes que buscan entornos que honren sus necesidades e identidades.

Por encima de todo, al adoptar la accesibilidad, nos convertimos en abanderados de la equidad, la diversidad y la inclusión. No nos limitamos a diseñar espacios; creamos catalizadores para el cambio social.

Póngase en contacto con nosotros para obtener más información sobre cómo el compromiso de Hatch con el diseño diverso en la arquitectura nos sitúa como líderes, no solo en el ámbito de la arquitectura, sino también en el moldeado de un mundo en el que se respeten, valoren y satisfagan las necesidades de todos.