Descarbonizando la industria minera de América Latina: Desafíos y caminos hacia un futuro sostenible

By Inés Gabaldón and Pamela Florian | Miércoles 3 de abril de 2024

En una época en la que la protección del medioambiente no es solo una opción, sino una necesidad, el sector minero latinoamericano se encuentra en la vanguardia de un cambio monumental. Haciendo suyos los imperativos del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM, por sus siglas en inglés), el sector se está preparando para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG, por sus siglas en inglés) en un 30 % en esta década y avanzar hacia un horizonte de cero emisiones netas en 2050. No se trata de una mera trayectoria de cumplimiento, sino de un paso audaz para armonizar el progreso industrial con la salud del planeta.

Por qué es esencial cumplir las normas del ICMM

Adherirse a las normas del ICMM va más allá del mero cumplimiento; es una decisión estratégica de los mercados actuales, que buscan proteger el medio ambiente. Estas normas son puntos de referencia fundamentales que alinean a las empresas mineras con los objetivos mundiales de sostenibilidad, crean un mapa de ruta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) y mitigar los efectos del cambio climático.

  • Impacto en la reputación. El incumplimiento de los objetivos de descarbonización puede dañar la reputación y mermar la confianza de consumidores e inversores. Esta erosión de la confianza puede tener efectos en cascada: el incumplimiento puede provocar tensiones en las relaciones con la comunidad, empañar la imagen de la industria y hacer perder la confianza de los consumidores. Además, puede disuadir a los inversores que dan prioridad a los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y atraer la atención negativa de los medios de comunicación. El efecto acumulativo de estos factores puede afectar significativamente a la capacidad de una empresa minera para operar con eficacia, formar asociaciones, atraer inversiones y mantener una imagen pública favorable.
  • Acceso a los mercados financieros. Los mercados financieros se orientan cada vez más hacia las inversiones sostenibles, y las empresas que no cumplen las normas del ICMM pueden encontrarse con un acceso limitado al capital. Es más probable que los inversores y las instituciones financieras apoyen a las empresas que demuestran un compromiso con la responsabilidad medioambiental, en consonancia con el cambio mundial hacia la financiación verde.
  • Mayor escrutinio regulatorio. A medida que se intensifica la atención internacional en torno a la preservación del medio ambiente, también lo hace el escrutinio regulatorio. Las empresas que no cumplen las normas del ICMM pueden encontrar obstáculos para vender sus metales en determinados mercados, donde la normativa es estricta en materia de impacto ambiental. Esta mayor supervisión puede dar lugar a costosas medidas de cumplimiento, retrasos en la aprobación de proyectos y posibles multas.
  • Acceso al mercado mundial. El cumplimiento de estas normas también es crucial para mantener el acceso a los mercados mundiales. A medida que los países y las regiones aplican normativas medioambientales más estrictas, las empresas mineras deben demostrar su compromiso con las prácticas sostenibles para seguir operando a escala internacional. El cumplimiento de las normas del ICMM suele considerarse una señal de la dedicación de una empresa a los objetivos medioambientales globales.
  • Desafíos para alcanzar los objetivos de descarbonización en Latinoamérica

    Emprender la descarbonización en Latinoamérica presenta retos únicos que reflejan la diversidad geográfica de la región, los distintos entornos regulatorios y los diferentes entornos operativos. Se trata de retos polifacéticos, que van desde las limitaciones en la infraestructura de las minas remotas hasta la navegación por marcos normativos y mercados volátiles que varían considerablemente de un país a otro. Y, como casi todas las demás regiones, las minas latinoamericanas suelen lidiar con el legado de tecnologías más antiguas y menos eficientes, y con la necesidad de realizar importantes inversiones de capital para modernizarse y reducir las emisiones.

    La complejidad aumenta aún más por los distintos niveles de apoyo gubernamental y la percepción pública de las actividades mineras. Comprender y abordar estos obstáculos específicos de la región es vital para el éxito de la aplicación de estrategias de descarbonización en la industria minera de América Latina.

    En la búsqueda de la descarbonización del sector minero latinoamericano, empezar por las oportunidades de eficiencia cumple un objetivo doble.

    En primer lugar, se trata de generar beneficios inmediatos de flujo de caja. Optimizando las operaciones actuales y aprovechando tecnologías y procesos más eficientes, las empresas mineras pueden ahorrar costos y aumentar su rentabilidad. Estas ganancias financieras son esenciales, no solo por sus beneficios inmediatos, sino también porque proporcionan el capital necesario para financiar proyectos de descarbonización más ambiciosos e intensivos en capital en el futuro.

    En segundo lugar, centrarse en la eficiencia sienta las bases para un cambio fundamental de mentalidad. Se trata de replantear las prácticas mineras tradicionales y avanzar hacia métodos más sostenibles. Este cambio es crucial para la viabilidad a largo plazo de la industria e implica replantearse todo, desde el uso de la energía hasta la gestión de los recursos.

    Empezando por la eficiencia operativa, las empresas mineras de América Latina pueden sentar las bases de cambios más amplios, integrando gradualmente la sostenibilidad en el núcleo de sus operaciones. Se trata de un planteamiento estratégico que combina los beneficios económicos inmediatos con el objetivo a largo plazo de transformar la forma en que se lleva a cabo la minería, alineándola con los objetivos medioambientales globales.

    En transición a la energía limpia

    Una de las formas más inmediatas y significativas para que la industria minera de Latinoamérica alcance sus objetivos de descarbonización para 2030 es abordar las emisiones de Alcance 2: emisiones indirectas de gases de efecto invernadero procedentes del consumo de electricidad, calor o vapor adquiridos. Se trata de un área de atención crítica para las empresas mineras, ya que el consumo de electricidad constituye una parte significativa de su huella de carbono.

    La transición a fuentes de energía limpias es fundamental para hacer frente a estas emisiones. Esto implica a menudo el uso estratégico de acuerdos de compra de energía (PPA, por sus siglas en inglés), con certificados de energía renovable (REC, por sus siglas en inglés).

    Para las empresas mineras, la negociación de PPA con proveedores de energías renovables es una forma estratégica de garantizar un suministro constante de energía limpia y, al mismo tiempo, bloquear los costos energéticos. Esto es especialmente importante en Latinoamérica, donde los costes energéticos pueden ser volátiles y tener un impacto significativo en los gastos operativos.

    El papel del gobierno y el liderazgo de la industria

    La descarbonización no es un viaje que la industria minera pueda emprender sola. Los gobiernos desempeñan un papel fundamental en la creación de un entorno favorable para la descarbonización a través de la política y la regulación. Esto incluye:

  • Poner en marcha incentivos financieros para las inversiones ecológicas, como desgravaciones fiscales o subvenciones para proyectos de energías renovables.
  • Iniciativas de tarifas para el carbono, en las que se establece un impuesto sobre el carbono destinado a reducir las emisiones de GHG, encareciendo las actividades intensivas en carbono y fomentando alternativas más limpias. México, Chile, Colombia y Argentina han introducido tarifas diferentes, que oscilan entre los 4 y los 10 dólares por tonelada de CO2.
  • La normativa empieza a dirigirse a los vehículos pesados. El informe Perspectivas de la Energía en el Mundo 2023, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), describe las políticas habituales en este ámbito: normas de ahorro de combustible y contaminantes; obligaciones de vehículos de emisiones cero; regulación económica y presupuestaria de combustibles y vehículos, por ejemplo, mediante regímenes fiscales e impuestos; incentivos a la compra; y subvenciones centradas en el segmento de los vehículos pesados.
  • En Latinoamérica, la diversidad del nivel de desarrollo y de los marcos de políticas entre los países requiere enfoques personalizados. Algunos países pueden necesitar políticas fundacionales para fomentar los pasos iniciales hacia la descarbonización, mientras que otros pueden estar preparados para estrategias más avanzadas. Por ejemplo, Brasil lidera la adopción de biocombustibles, mientras que Chile, Colombia, Costa Rica y México están dando prioridad a la rápida adopción de vehículos eléctricos (IEA).

    Por otro lado, la industria minera debe tomar medidas proactivas para adoptar prácticas y tecnologías sostenibles. Esto incluye invertir en fuentes de energía renovables, mejorar la eficiencia energética y adoptar procesos mineros más limpios. Los líderes del sector pueden dar el ejemplo comprometiéndose a cumplir objetivos medioambientales estrictos y cumpliéndolos, influyendo así en todo el sector.

    La innovación desempeña un papel fundamental. Las empresas mineras tienen que invertir en investigación y desarrollo para descubrir nuevos métodos y tecnologías que reduzcan su impacto ambiental. Las colaboraciones con empresas tecnológicas y emergentes pueden aportar nuevas perspectivas y soluciones a retos antiguos.

    Además, los líderes de la industria tienen la responsabilidad de vincularse con las comunidades locales y las partes interesadas. La comunicación transparente y las operaciones responsables pueden generar confianza y apoyo a las iniciativas de descarbonización.

    Colaboración para un futuro sostenible

    Los esfuerzos combinados del gobierno y la industria son esenciales para recorrer el camino hacia una industria minera sostenible en Latinoamérica. Trabajando juntos, estos sectores pueden garantizar el cumplimiento de los objetivos medioambientales y, al mismo tiempo, apoyar el crecimiento económico y el bienestar de las comunidades.

    El camino hacia la descarbonización de la industria minera en Latinoamérica está plagado de retos, pero es un camino que debemos emprender con valentía. El compromiso de las empresas mineras, el apoyo de proveedores de servicios como Hatch y las políticas propicias de los gobiernos pueden impulsar colectivamente el cambio necesario. Póngase en contacto con nosotros para saber más sobre cómo podemos colaborar con usted para forjar un futuro sostenible para la industria minera y nuestro planeta.