Impulsamos la reinversión en infraestructura de transporte

Usamos la ingeniería para lograr una Europa más conectada, cohesiva, resiliente y neutral en emisiones de carbono

El cambio climático no solo representa una amenaza: también es una oportunidad para renovar la infraestructura en todo el planeta. En Europa, las posibilidades de desarrollo de infraestructura que contribuya a luchar contra el cambio climático y sea resiliente son ilimitadas, pero tienen desafíos. Los estados europeos se enfrentan a la dicotomía de tener que invertir en la lucha contra el cambio climático y, a la vez, estimular la economía y mantener la inflación bajo control. La pregunta es cómo harán los estados miembros de la Unión Europea para lograr estos objetivos aparentemente contradictorios. La respuesta es clara si entendemos que el desarrollo económico futuro y la carrera hacia la descarbonización y el cambio climático son inseparables.

La titularización energética es un ejemplo excelente y urgente de la naturaleza interconectada del desarrollo económico y la política climática. Los títulos de energía emergieron como un catalizador para la renovación de la infraestructura energética frente a la invasión rusa de Ucrania y los resultantes esfuerzos de diversificación del suministro de energía en Europa. Los países financiaron proyectos masivos de energía renovable e invirtieron en nuevos "corredores energéticos" para liberarse de la dependencia del gas natural ruso y respaldar el esfuerzo hacia la neutralidad en emisiones de carbono. Alemania, por ejemplo, está construyendo tuberías intercontinentales para la cadena de suministro del hidrógeno verde y nos enorgullece apoyarlos en esta iniciativa[1]. Lograr cero emisiones netas requerirá de un cambio sistémico en toda la cadena de suministro global en las próximas décadas. Enfocarse ahora en proyectos de desarrollo que ayuden a enfrentar el cambio climático generará retornos sólidos en el futuro cercano y ayudará a los estados europeos a lograr un crecimiento económico resiliente, y al mismo tiempo, se mitigarán los efectos del cambio climático.

Como el tercer sector que más emisiones de gases de efecto invernadero genera en Europa, una transformación integral del sector transportista y su infraestructura asociada representa una oportunidad única para invertir en proyectos de desarrollo económico, al tiempo que se avanza en los objetivos de reducción de emisiones de carbono para los años 2030 y 2050. Hay una necesidad urgente de enfocarse nuevamente en el desarrollo de la infraestructura para el transporte y en su potencial para crear una Europa más conectada, cohesiva, resiliente y neutral en emisiones de carbono. Con su compromiso de luchar contra el cambio climático y su creciente presencia en Europa,[2] Hatch está en una posición privilegiada para ayudar a las partes interesadas del sector transportista a alcanzar sus objetivos de descarbonización mediante soluciones de ingeniería complejas.

La base de la ingeniería de infraestructura sustentable está conformada por cinco principios clave. Estos principios recibieron apoyo en las Cumbres COP26 y G20 en 2022 por parte de líderes mundiales, entre ellos el Presidente de la Comisión Europea, von der Leyen, como parte de los esfuerzos continuos para impulsar el desarrollo de infraestructura orientada a la lucha contra el cambio climático.

La infraestructura debe ser resiliente frente al cambio climático y debe desarrollarse para luchar contra él.

Años de desinversión y descuido han dejado infraestructura antigua y en decadencia en toda Europa. La renovación de la infraestructura crítica es esencial para apoyar los flujos de comercio en el continente y mejorar la resiliencia frente al cambio climático. Los gobiernos deben adoptar un enfoque proactivo y abandonar la idea de intervenir solo en proyectos de emergencia, además de priorizar la planificación, la renovación y la innovación a largo plazo para abordar este problema. La prohibición establecida por Francia para vuelos domésticos para los que exista una alternativa disponible en los servicios de trenes de menos de 2,5 horas[3] podría ser el puntapié inicial para el enfoque que necesitan los gobiernos para crear un nuevo paradigma de transporte. El gobierno francés invertirá en su infraestructura ferroviaria de bajas emisiones como un respaldo de esta política.[4]

Hatch apoya activamente a sus clientes de infraestructura en todo el mundo para abordar las amenazas al medioambiente y capturar las oportunidades que crea la descarbonización. Hemos colaborado con Aberdeen Harbour, un puerto de casi 900 años de antigüedad en Escocia, para desarrollar su Estrategia de Puerto Verde. Para ello, creamos un plan maestro y una visión económica para ayudar al puerto a abandonar el petróleo y el gas e incorporar las energías renovables. También desarrollamos una herramienta de análisis de costo y beneficio basada en riesgos para San Francisco, California, que ayudará a las partes interesadas a entender los riesgos económicos y sociales asociados con el aumento de las inundaciones y del nivel del mar. En Europa, nos entusiasman las oportunidades de desarrollar nuevamente la infraestructura con un enfoque que tenga en cuenta el cambio climático. También podemos ayudarlo a imaginar y lograr su futuro con infraestructura dinámica.

Es crucial contar con sociedades sólidas e inclusivas entre los países participantes, el apoyo en cada país y el sector privado para desarrollar infraestructura sustentable.

La circulación de bienes y personas mediante una red de transporte moderna y estructurada alimenta la cooperación entre los estados miembro, el sector privado y la sociedad. Las asociaciones fuertes son un vector de grandeza. Este no es un concepto nuevo. La idea de construir el Eurotúnel -el túnel submarino de 31,35 millas bajo el canal de la Mancha que separa a Inglaterra de Francia – surgió por primera vez en el año 1880. Tras un siglo de conflictos, su construcción comenzó en 1987 y se completó en 1994, con el apoyo del gobierno, y financiación y ejecución de excelencia por parte del sector privado. La prestigiosa labor en de túneles de Hatch[5] ayudó en las primeras etapas de diseño de esta obra icónica. Para muchos, al momento de su finalización, el túnel bajo el canal era un símbolo de innovación, conectividad y la solidificación del vínculo entre dos naciones que se beneficiarían mutuamente de esta infraestructura nunca antes vista.

Como en este ejemplo, la colaboración público-privada debe ser el eje central de los proyectos contemporáneos de desarrollo y renovación de infraestructura.

La infraestructura debe financiarse, construirse, desarrollarse, operarse y mantenerse siguiendo estándares estrictos.

Los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas promueven la construcción de ciudades y comunidades sustentables con los estándares más altos y que impulsen la innovación. La innovación se extiende a los modelos de financiación y ejecución de los proyectos de infraestructura. El recientemente inaugurado Cruce de Waaban en Kingston, Ontario, es el primer proyecto de construcción de un puente en Norteamérica que se ejecuta con el modelo de Ejecución Integrada de Proyectos[6], en el que todos los socios están conectados y comparten los riesgos del proyecto desde el inicio. La integración de personas, sistemas, estructuras y prácticas de negocios aumentan el valor para el propietario, reducen el desperdicio y maximizan la eficiencia en todas las fases de diseño, fabricación y construcción.

Se necesita un nuevo paradigma de finanzas para el clima –que incluya tanto fuentes públicas como privadas– para movilizar los billones que se necesitan para cumplir con la meta de cero emisiones netas para el 2050 y mantener los 1,5 grados al alcance de la mano.

Movilizar la inmensa cantidad de capital que se necesita para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas para el 2050 requiere la cooperación de toda la aldea global. El Mecanismo "Conectar Europa" (CEF, por sus siglas en inglés) es un sólido programa de financiación de la Unión Europea diseñado para apoyar el desarrollo de infraestructura digital, de energía y de transporte transeuropea de alta calidad y sustentable. El CEF se alinea estrechamente con los objetivos europeos de descarbonización. Les permite a las entidades de todos los estados miembros avanzar en proyectos de infraestructura alineados con la creación de una Europa más conectada y cohesiva. Facilita los viajes y el comercio, reduce las disparidades regionales, mejora la cohesión social, alienta la innovación y la creatividad, y promueve la sustentabilidad mediante el desarrollo de soluciones de transporte innovadoras y con bajas emisiones de carbono.

Hatch ha trabajado con varios clientes y niveles de gobierno para obtener fondos para proyectos, entre los que destacamos la obtención de £226 millones para el Fondo Levelling Up del Reino Unido durante las primeras dos rondas de asignación de fondos. Nuestros equipos técnicos pueden brindar asesoramiento y crear planes para cualquier parte interesada de infraestructura que desee obtener financiación de la variedad de esquemas de fondos europeos.

El desarrollo de infraestructura que tenga en cuenta el cambio climático debería tener un rol importante en el impulso de la recuperación económica y la creación de trabajo duradero.

Invertir en grandes proyectos de infraestructura de transporte es una forma garantizada de estimular la regeneración y el crecimiento económicos. Inyectar capital en el desarrollo de proyectos de transporte europeos puede limitar la inflación al crear trabajos duraderos, aumentar la demanda de bienes y servicios y construir infraestructura longeva. Además, la infraestructura de transporte también es determinante para mejorar la calidad de vida y generar valor social para las comunidades que la reciben. Esta mayor actividad económica puede ayudar a contrarrestar las presiones inflacionarias, dado que lleva a mayores niveles de producción y competencia, lo que puede estabilizar los precios. El impacto del uso de materiales sustentables en proyectos de desarrollo que tengan en cuenta el cambio climático también puede mitigar el aumento de los costos por la inflación, lo cual impulsa el crecimiento económico resiliente y sustentable en todo el ciclo de vida de desarrollo de la infraestructura, en especial ahora que los costos materiales han aumentado en forma exponencial desde 2019.

Reinvertir en infraestructura es crucial para que Europa enfrente los desafíos que le esperan y pueda crear un futuro más conectado, cohesivo, resiliente y neutral en emisiones de carbono. Al priorizar las soluciones de transporte sustentables, integrar marcos de desarrollo de proyectos innovadores y aprovechar programas como el Mecanismo Conectar Europa, el continente logrará fomentar el crecimiento económico, la inclusión social y la sustentabilidad.

Estamos aquí para ayudarlo a construir una Europa sustentable y conectada que cumpla con los desafíos globales del mañana.