Plantas de Generación de Energía a Carbón y la Energía Nuclear: ¿Un Matrimonio Perfecto?
Estos son algunos de los beneficios de readaptar una planta de carbón para generar energía nuclear:
- Ahorros de costos en la infraestructura de la red: La infraestructura de interconexión eléctrica construida para una planta de energía a carbón puede readaptarse para una planta de energía nuclear. Los beneficios clave incluyen poder agregar más generación a la red construyendo una cantidad mínima de líneas de transmisión o subestaciones nuevas. Asimismo, las plantas de carbón siempre estuvieron ubicadas cerca de grandes centros de carga, y usar estos emplazamientos para las plantas de energía nuclear puede evitar inversiones significativas, lo cual reduce los costos generales del sistema para la red.
- Ahorros de costos de capital: El equipo de la planta a carbón, según su antigüedad y condición, puede reutilizarse en una planta nuclear nueva, lo que genera ahorros de capital. El equipo que podría reutilizarse incluye turbinas a vapor, disipadores de calor (torre de enfriamiento, refrigeración de bucle abierto o condensadores refrigerados por aire), plantas de tratamiento de aguas, instalaciones e infraestructura del lugar y otros sistemas mecánicos misceláneos. Por supuesto, el equipamiento debe evaluarse para determinar su condición y su compatibilidad (parámetros de diseño, tamaño, etc.) con la nueva planta nuclear.
- Beneficios económicos: Las comunidades que rodean a las plantas de energía a carbón cuentan con trabajadores capacitados y bien pagados que pueden capacitarse fácilmente para brindar soporte y servicios para las plantas de energía nuclear. El cierre de una planta de energía a carbón puede afectar gravemente las economías locales, que dependen de las plantas para empleos directos e indirectos. Readaptar el emplazamiento para una planta nuclear puede garantizar no solo que se sostengan las economías locales, sino que atraigan crecimiento mediante las fases de construcción y operación.
- Condiciones ambientales conocidas en el lugar: En muchas plantas a carbón, gran parte de los efectos sobre la biota nativa y los recursos culturales ya se han revisado y comprendido como parte del proceso de obtención de permisos o del trabajo de monitoreo o cumplimiento en curso en la planta existente. Si bien podría ser necesario obtener otros permisos, los resultados específicos probablemente ya se conozcan y los plazos sean más cortos. Además, los requerimientos de migración son más fáciles de predecir y es más fácil integrarlos en la planificación del esfuerzo de desarrollo total. En general, el impacto neto de readaptar un emplazamiento industrial grande desde un enfoque ambiental y social nos da más certezas en cuanto a costos y plazos, y permite reducir el riesgo regulatorio.
El gobierno de Estados Unidos también reconoció el beneficio de readaptar las plantas de energía a carbón y aprobó beneficios impositivos a las inversiones en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) para proyectos nucleares avanzados nuevos, con un bono adicional para las plantas que se construyan en instalaciones de plantas de energía a combustible fósil, para mejorar el caso de negocio.
Convertir una planta a carbón en una planta de energía nuclear requiere un socio confiable que pueda evaluar los riesgos y beneficios del proyecto. Un socio que actúe como dueño y adopte un enfoque innovador y rentable, respaldado por décadas de conocimiento y experiencia. Un socio como Hatch, cuyo profundo conocimiento de las plantas de energía nuclear, las plantas a carbón y la obtención de permisos ayuda a los clientes a tomar las mejores decisiones para sus consumidores e inversores.