La adaptación de los sistemas de energía contribuirá a afrontar el impacto del cambio climático
Esta incapacidad de concretar las reducciones está exacerbando el terrible impacto del cambio climático. Por ende, el mundo está viendo una aceleración de la cantidad de hechos climatológicos vinculados, al menos parcialmente, con el cambio climático. Lo trágico es que la gravedad de esos hechos también está aumentando. Los hechos relacionados con el cambio climático, como las tormentas tropicales más frecuentes y más violentas, las grandes precipitaciones con tormentas e inundaciones, las sequías que generan falta de agua e incendios forestales, las temperaturas extremas sin precedentes (tanto altas como bajas) y la subida del nivel del mar están teniendo un impacto drástico sobre la vida de la gente de casi todos los países.
Los sistemas de energía eléctrica son una infraestructura esencial vital para el suministro de energía en todo el mundo. Al ir continuando las tareas de descarburización para reducir las emisiones de GEI, ganarán aún más importancia las alternativas a los vehículos de combustible fósil y los sistemas de calefacción hogareños tradicionales (por ej., reemplazando los vehículos de motor de combustión interna con vehículos eléctricos, y las calderas a gas con bombas de calor eléctricas). Al incluir a Hatch en su equipo, los clientes aprovechan nuestros 66 años de experiencia incomparable y tecnología avanzada de vanguardia. Hemos ofrecido soluciones innovadoras y sustentables a clientes de todos los sectores industriales que buscan modificar y adaptar sus sistemas de energía a fin de afrontar los efectos del cambio climático.
El uso de la red eléctrica está creciendo, ya que el impacto del cambio climático está amenazando las infraestructuras a un nivel sin precedentes. Para no perder confiabilidad, hay que adaptarse a fin de garantizar que los sistemas de energía sean más resistentes y reducir las consecuencias de los futuros hechos relacionados con el cambio climático. Pero adaptar de manera significativa los sistemas de energía no es tarea sencilla. La mayoría de los sistemas actuales se diseñaron y construyeron antes de que se conocieran los valores actuales de las variables climáticas y antes de que se consideraran lo suficientemente importantes como para tenerlos en cuenta en el diseño. Las grandes plantas termoeléctricas, construidas en la costa para facilitar el transporte del combustible, las plantas hidroeléctricas construidas en sistemas fluviales desaparecidos por las sequías, la generación centralizada que precisa transmisión de altos voltajes a grandes distancias para la distribución a los centros de carga, y las redes de distribución de bajo voltaje de estilo espagueti, ya debilitadas al ir acercándose el final de su vida útil, constituyen importantes desafíos de resiliencia. En algunos lugares, el cierre de plantas nucleares y de carbón convencionales debido a los mandatos de energía no contaminante, al final de su vida útil o a importantes renovaciones hace aún más necesario adaptar el resto de los componentes de estos sistemas de energía.
¿Qué pasos debería dar una empresa de servicios públicos para desarrollar un plan de adaptación y acción?
Dada la gravedad del problema, se necesitan varios planes que se vinculen. Hay tres opciones principales que suelen identificarse:
- Reforzar y proteger los activos actuales
- Hallar maneras de sumar redundancia para suministrar energía a los clientes locales
- Acelerar prácticas de gestión de activos más sofisticadas y combinarlas con la implementación de varios recursos para tener redes inteligentes
Si bien la mayoría experimenta un rápido crecimiento de la demanda, cada sistema de energía tiene sus características especiales que deben tenerse en cuenta al evaluar la factibilidad de estas categorías de adaptaciones.
Al solicitar la aprobación de las medidas de adaptación, es importante valorarlas de acuerdo con el valor real de la electricidad para la sociedad. Un ejemplo excelente fue la crisis de Texas en febrero de 2021, cuando la red eléctrica no pudo soportar una serie de grandes tormentas invernales. La falta de medidas suficientes de redundancia por parte del estado y la falta de preparación general dejaron a más de 4,5 millones de hogares y negocios sin energía, contribuyeron a la muerte de más de 700 ciudadanos y se estima que costaron más de 195 mil millones de dólares en daños.
Los hechos como la crisis energética de Texas dejan en claro la importancia de adaptarse. El equipamiento de seguridad, como los semáforos, los dispositivos para emergencias en hospitales y hogares, los sistemas de refrigeración para los calores extremos, y los sistemas de calefacción eléctrica para los fríos extremos exigen energía confiable de la red. A su vez, el análisis de costo-beneficio debería basarse en el valor de la pérdida de carga, el cual es superior a los ingresos perdidos por el prestador del servicio.
Cualquiera que haya disfrutado del aire acondicionado en períodos de calor extremo debería promover que haya más medidas de adaptación de los sistemas de energía. Si no sabe bien qué hacer, comuníquese con un experto en el tema. Estamos aquí para ayudar.
En la segunda parte de esta serie de artículos, hablaremos en más detalle sobre esas medidas, concentrándonos en los métodos innovadores para adaptar los sistemas de energía a fin de que respeten las iniciativas y los mandatos relacionados con el cambio climático. Se emplearán como referencia ejemplos reales de actividades recientes de Hatch.
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Robert Griesbach
Director de Consultoría de Energía, Energía
Bob es un consultor de gestión matriculado e ingeniero profesional con más de 30 años de experiencia. Ha estado a cargo de la ejecución de proyectos de optimización de eficiencia energética, planes integrados de suministro de alimentación, reestructuración del sector de la energía eléctrica, evaluación de mercados y análisis económico para entes gubernamentales e importantes empresas de servicios públicos de electricidad de Canadá y Estados Unidos.