Un liderazgo sólido nos conducirá hacia el futuro que queremos

By Martin Doble | 2 de diciembre de 2021

El mundo de 1955, año en el cual se fundó Hatch, era muy distinto al de hoy. En los últimos 65 años, hemos sido testigos de enormes cambios en nuestra forma de vida, sobre todo en los países desarrollados. Crecimos acostumbrados a un modo de vida sumamente cómodo y marcado por el fácil acceso a la energía, al agua potable, a la comunicación mundial y a muchísimos otros recursos. El mundo se ha globalizado, y para muchos, eso implica tener prácticamente todo al alcance de la mano. El actual ritmo de vida y desarrollo sería inconcebible para las generaciones anteriores. Desde la Revolución Industrial, la economía mundial creció de la mano de la energía de carbono y numerosos recursos naturales de fácil acceso. Gracias a esos recursos, hemos podido descubrir nuevas formas de potenciar el ingenio y la creatividad humana, y la tecnología es fundamental en el mundo de hoy Sin embargo, sabemos que esta forma de vida no es sustentable a largo plazo. Los recursos son cada vez más limitados, el cambio climático nos está obligando a transformar las formas de suministrarle energía al mundo, y todo ello requerirá que adoptemos un enfoque radicalmente más eficiente.


Paralelamente, la población mundial ha aumentado de manera significativa en los últimos 65 años, y gran parte de dicha población migró a centros urbanos, lo cual generó necesidades nuevas en materia de logística, vivienda y servicios básicos, como la salud y la educación. Más de la mitad de la población mundial vive actualmente en ciudades y centros urbanos, en comparación con apenas el tercio que lo hacía en 1955. Se prevé que esa cifra aumentará a dos tercios para 2050 1. Este crecimiento trae aparejado un cambio inevitable. La especialización es cada vez mayor, nuestras economías se tornan más sofisticadas y orientadas a los servicios, y los trabajos son muy distintos a los de antes. Todo ello impulsa a las comunidades a adoptar formas nuevas.

Enfrentar los desafíos del futuro requerirá de soluciones audaces que sean innovadoras y desafíen el estado actual de las cosas. —Martin Doble.

Además de los ciclos de cambio que presenciamos a lo largo de la historia humana, prácticamente una vez en cada generación tenemos factores disruptivos que alteran nuestra forma de pensar sobre las normas y expectativas sociales, y sobre cómo vivimos como humanidad. Esta generación tiene dos factores disruptivos en particular: el cambio climático y, el más reciente, la pandemia mundial. Las repercusiones a largo plazo de las crisis no siempre se tienen en claro de inmediato. No obstante, podría decirse que ponen en pausa al mundo y nos desafían a revaluar nuestros valores y expectativas. Nos hacen replantearnos las cuestiones más básicas de cómo funcionan nuestras sociedades y de qué modo equilibramos y gestionamos el riesgo con nuestra necesidad de construir comunidades, consumir y tener libertades y derechos básicos. Además, nos plantean el siguiente interrogante: ¿cuán bien preparados estamos para otros riesgos, como el cambio climático?

El futuro es ahora

Se acerca una era de progreso nueva y diferente. El cambio climático y los recursos limitados nos impulsan a invertir de nuevas maneras. La senda hacia el crecimiento es menos clara. Los inversionistas se ven motivados por la necesidad de obtener buenos resultados en un contexto de expectativas cada vez más complejas. Los países, las ciudades, las comunidades y las empresas deben ser más sustentables. El plazo para cumplir con dichos desafíos se ve mucho más próximo ahora. Debemos ser más inteligentes, servir mejor a nuestras comunidades y construir para el futuro teniendo en cuenta a nuestra gente, a nuestro planeta y a las inversiones eficaces. La buena noticia es que tenemos el potencial para lograrlo.

Un futuro positivo implica un cambio positivo. La misión de Hatch es ayudar a los clientes a diseñar, construir y operar activos importantes en nuestras industrias y comunidades. Lo bueno es que realmente vemos eficiencias revolucionarias que ya se están implementando para lograr que estos activos se adapten al futuro al cual el mundo aspira. La tecnología —física, digital y otras— está transformando las formas en las que imaginamos y generamos los activos y la infraestructura.

Pero esto requiere un liderazgo sólido. Las comunidades, las industrias, los ingenieros y los asesores deberán trabajar juntos para demostrar cuál es el tipo de liderazgo que necesitamos para crear el mundo que queremos y podemos sustentar. Para enfrentar los desafíos del futuro necesitaremos soluciones audaces que sean innovadoras y desafíen el estado actual de las cosas.

En asociación con sus clientes, Hatch dirigió avances clave que han sido transformadores en nuestras industrias. Desarrollamos e implementamos innovaciones en el sector de los minerales y guiamos a la industria en un recorrido hacia la seguridad, la productividad, la eficiencia y la actualmente creciente sustentabilidad. Hemos trabajado juntos para diversificar las fuentes de energía, desde desarrollos hidroeléctricos hasta sistemas eólicos y solares, y logramos que sean viables a nivel comercial en todo el mundo y a diferentes escalas. Innovamos y dirigimos juntos el uso de métodos de ejecución alternativos para importantísimos proyectos de infraestructura y transporte de todo el mundo, lo que contribuyó a crear sistemas para las ciudades e industrias del mañana.

Esta es una era de transición global. Nuestro mundo necesita líderes, visionarios y pensadores con los pies bien puestos en la tierra y que sean capaces de desarrollar soluciones prácticas que permitan crear un futuro sustentable y resiliente que satisfaga las aspiraciones de la humanidad. En Hatch estamos determinados y comprometidos a aplicar nuestro liderazgo, conocimientos, pericia y firmes valores para que todos juntos logremos cambios positivos.

Fuente:
1 “¿Qué ciudades han crecido más desde 1955?" (Which cities have grown the most since 1955?), Foro Económico Mundial, acceso en noviembre del 2020, ENLACE