Algo más que una tarea pendiente: el rol de la participación comunitaria fructífera

By Chelsie Klassen | Martes 15 de abril de 2021

Las empresas de todo el mundo tienen un creciente interés y una mayor tendencia a priorizar los problemas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Las empresas relacionadas especialmente con las industrias de los metales y la minería, la energía y la infraestructura tienen la capacidad de reducir el riesgo ambiental, fomentar el desarrollo comunitario y generar ingresos en las áreas en las que operan. Pero por sobre todo, tienen la responsabilidad social de hacerlo.

El crecimiento del interés es quizás más evidente en relación con el clima y la diversidad, pero hay un marcado cambio en la importancia de las estrategias comerciales sustentables y el efecto en la sociedad. Lo que antes se consideraba un esfuerzo filantrópico, ahora se reconoce como un componente central dentro un modelo empresarial sólido. El desafío es articular bien las medidas ambientales y de gestión en la industria, mientras que las medidas sociales, es decir, la capacidad de una empresa de gestionar esta relación con todas las partes interesadas, sigue siendo más difícil de definir.

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