Los ciclos comerciales están cambiando: asegúrese de que sus activos críticos no se queden atrás

By Richard Sherman | 15 de mayo de 2020

En esta época caótica, nuestros activos existentes constituyen una vez más los cimientos de una estrategia de negocios sostenible. Cada vez más, la forma en la que gestionamos esos activos es lo que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso.

¿Por qué es el mejor momento para invertir en la gestión de los activos y el mantenimiento?

Hace diez años, el gasto de capital en equipos nuevos era enorme y solo había un leve interés en la planificación a largo plazo para la gestión de los activos y del mantenimiento. 

En los últimos años hemos alcanzado un punto en el ciclo económico en el que las cosas han comenzado a volverse más lentas y estables. Nuestros activos están madurando y necesitamos transferir nuestro esfuerzo de la expansión al mantenimiento. Necesitamos cuidar mejor lo que tenemos para garantizar que podremos desempeñarnos bien en esta parte del ciclo. 

Establecer un programa proactivo de gestión de los activos y del mantenimiento (AMM, por sus siglas en inglés) es una medida particularmente prudente en estos tiempos difíciles que vivimos. La pandemia de coronavirus ha golpeado fuertemente a las economías y las industrias de todo el mundo. Muchas compañías no sobrevivirán. Las que lo logren deberán cambiar radicalmente su forma de hacer negocios. 

Para las industrias con muchos activos, la AMM adecuada es un componente importante para construir el tipo de resiliencia comercial que necesitamos para manejar estos efectos externos inesperados. 

En un artículo anterior, analizamos los pasos para desarrollar un proceso de AMM orientado hacia el valor y los motores de bajo capital que permiten obtener una ganancia máxima con una inversión mínima. En este artículo mostraremos un panorama más amplio para examinar la curva de madurez de la AMM y los cambios fundamentales que necesitamos hacer en nuestra forma de pensar para lograr la sustentabilidad a largo plazo.

¿Dónde estoy ubicado en la curva de madurez de la AMM?

Hoy en día vemos que muchas empresas realizan el mantenimiento de activos de forma reactiva e intentan resolver los problemas a medida que surgen. Si tuviéramos que ubicar este abordaje en la curva de madurez de la AMM, lo llamaríamos AMM de primera generación. 

Algunos de los problemas de esta fase son que es costosa y que es insostenible en tiempos de crisis. La frecuente inactividad, la erosión de la productividad de los bienes y un ciclo de vida más corto del activo son las características que reducen la rentabilidad y el valor, tanto en lo inmediato como a largo plazo. Las empresas que quedan atascadas en esta fase no cuentan con las herramientas para superar eventos inesperados internos, y mucho menos los externos. 

Curva de madurez de la gestión de los activos y del mantenimiento (AMM)

Para las organizaciones que deseen lograr un nivel de resiliencia comercial que les permita un futuro sustentable, el objetivo es pasar de la primera generación a la segunda (planificada) y la tercera (proactiva). Algunas organizaciones también podrían alcanzar la gestión de los activos y del mantenimiento de primer nivel (cuarta generación). 

En la cuarta generación se encuentran las empresas que han logrado la integración total de los departamentos y en las que el mantenimiento de los activos es responsabilidad de todos. Eso es una parte integral de la estrategia y la cultura de la organización. En vez de arreglar los activos a medida que se rompen, los mejoramos con anticipación y nos convertimos en líderes de la industria en la innovación de la AMM. Alcanzamos la resiliencia y la sustentabilidad comerciales de primer nivel. 

Si bien los principios de la curva de madurez y la necesidad de avanzar en ella son bastante evidentes, no siempre es tan evidente cuál es el abordaje correcto para lograrlo. 

¿Qué necesitamos para avanzar de una AMM reactiva a una proactiva e ir más allá?

Hemos ayudado a muchos clientes a avanzar en la curva de madurez de la AMM, pero eso conlleva varios cambios clave en la forma de pensar de los líderes comerciales, y también en la de los gerentes y empleados de la planta y la flota:

  1. Comprender y aceptar que necesitamos cambiar. Cuando su organización ha funcionado de una forma y ha logrado un nivel adecuado de desempeño durante un tiempo, puede resultar difícil reconocer que es necesario hacer cambios. Una correcta AMM implica grandes cambios y estos resultan difíciles para todos, desde los gerentes hasta los trabajadores de mantenimiento de su organización. Aunque parezca algo alejado del mantenimiento de activos, un programa adecuado de gestión de cambios es un componente crítico para lograr que su organización avance en la curva de madurez de la AMM.
  2. Cambiar de una perspectiva incremental a una perspectiva holística. Muchas organizaciones podrían pensar que los cambios incrementales, como simplificar las estrategias de mantenimiento existentes, representan un avance de su AMM, pero en realidad estas actividades no contribuyen en nada a que sus operaciones superen la fase reactiva actual y avancen en la curva de madurez. Los líderes comerciales deben cambiar su perspectiva incremental por una holística, tener en cuenta el marco completo y comprender que la una AMM adecuada implica iniciar un programa de trabajo integral para avanzar de una fase estable a la próxima. Este programa de transformación implica planificar y actuar en todos los aspectos de la AMM, entre ellos la estrategia, los procesos, los comportamientos, los sistemas y las instalaciones. Se trata de un programa de trabajo integral, pero si se lo gestiona como un proyecto puede ejecutarse en meses. 
  3. Es necesario reconocer cuándo necesita trabajar con un socio experimentado. Si bien la gestión de activos críticos debe ser, en última instancia, responsabilidad de los equipos internos, establecer un programa de AMM proactiva requiere una transformación significativa de la organización. Esta iniciativa debe contar con la colaboración de un socio externo experimentado que pueda acelerar el período desde el inicio hasta lograr valor, establecer el abordaje correcto para la gestión de cambios y guiarlo a través de un programa holístico bien planificado que integrará todo: desde los sistemas de TI hasta el liderazgo. 

La mayoría de las organizaciones puede lograr una AMM de avanzada

Lograr una AMM planificada y proactiva no es imposible.

Un cliente a cargo de una gran flota móvil en Australia tuvo un gran momento de lucidez cuando se dio cuenta de que su abordaje de AMM necesitaba una transformación completa, pero no podía hacerlo solo. 

En vez de seguir erosionando su valor comercial y experimentar un aumento de los riesgos y de los incidentes de seguridad que pusieran en peligro la resiliencia de la organización, nos pidieron que nos asociáramos con ellos para pasar de un nivel reactivo a uno proactivo de madurez de AMM. 

Tras la transformación, la tasa de incidentes de seguridad de la flota de la compañía disminuyó dramáticamente. Estimamos que el efecto será una reducción del 14 % en los costos por año, en el mediano plazo. Con su abordaje de programa holístico, también cuentan con las herramientas para manejar emergencias sin precedentes, como los incendios y las pandemias. 

Con el abordaje adecuado, el compromiso con la transformación y la colaboración de un socio experimentado, muchos de nuestros clientes han logrado obtener un valor sin precedentes en sus organizaciones, y le han garantizado un futuro sostenible a sus activos y a sus negocios.