Si no administra sus activos como un experto, agotará el valor intrínseco de su empresa. Permítanos ayudarlo.

By Dirk Vermooten | 9 de marzo de 2020

Por un momento, imagine que los activos de su empresa están en un estado que no es óptimo. ¿Qué efecto tendría eso sobre los resultados? Ahora, imagine que su empresa tiene activos en un estado deficiente y que estos se deterioran rápidamente. En estas condiciones, ¿podría decir que su empresa florece? Como puede ver, la prosperidad económica está estrechamente ligada al estado de los activos, lo que explica por qué la gestión de activos a largo plazo es una competencia central en las industrias con un uso intensivo de activos.

Cambiar el razonamiento a corto plazo por el razonamiento a largo plazo es clave para el futuro de su empresa.

A esta altura de nuestra historia, los seres humanos ya deberíamos saber cómo tener cosas y cómo cuidarlas adecuadamente. Sin embargo, el valor y los costos a largo plazo continúan en el olvido. Si prestáramos más atención y adoptáramos un enfoque más proactivo hacia el cuidado de las cosas que ya tenemos, no las perderíamos.

Para que nuestras empresas tengan éxito a largo plazo, la gestión de activos debe abandonar el razonamiento a corto plazo en favor del el razonamiento a largo plazo. Esto parece algo obvio, pero muchas organizaciones aún tienen dificultades para ponerlo en práctica. Cuanto antes lo hagamos, mayores serán los beneficios a largo plazo.

En la actualidad, las nuevas tecnologías surgen a un ritmo cada vez más acelerado. Con el tiempo, cada vez menos personas sabrán en detalle cómo funcionan las cosas. El análisis y la planificación se deberán hacer al comienzo. Una vez que los sistemas entren en funcionamiento y deban ponerse en marcha en un entorno operativo complejo, será mucho más difícil resolver los problemas que se presenten.

Sin un proceso sólido de gestión de los activos y del mantenimiento (AMM, por sus siglas en inglés) preparado para lidiar con niveles de complejidad cada vez mayores, el tiempo de inactividad aumentará y los ingresos caerán.

Por qué el valor de la AMM se pasa por alto y qué pueden hacer las empresas para aprovecharlo

Uno de los problemas principales es que el mantenimiento suele percibirse como un costo en lugar de una inversión. En los ciclos económicos de ajuste, es uno de los primeros gastos en recortarse.

La buena noticia es que no tiene por qué ser blanco o negro. Hay una forma de realizar un mantenimiento proactivo a menor costo.

Para ello, se necesita la ayuda de personas con experiencia operativa, un conocimiento profundo de la industria y una comprensión detallada de los principios de AMM. Con el respaldo de expertos como estos, podrá crear una estrategia de AMM bien diseñada que reduzca los costos, minimice el riesgo, mejore el rendimiento y, sobre todo, aumente la rentabilidad.

Los beneficios de una estrategia integral de AMM van mucho más allá del estado de los activos físicos. Un proceso de AMM orientado hacia el valor puede mejorar la productividad y eficiencia generales de sus operaciones. Toda la organización (y no solo el sector de mantenimiento) debe comprender el alcance potencial de las mejoras.

Cuatro pasos para desarrollar un proceso de AMM orientado hacia el valor

Para tener éxito en la AMM, hay que empezar por los aspectos básicos para desarrollar un plan y ejecutarlo correctamente, dar a la organización las herramientas para triunfar y crear un ciclo de mejora continua.

  1. Empezar por los aspectos básicos. Abordar los aspectos básicos permite generar valor (incluida una reducción real de los costos) de forma casi inmediata. Esto incluye asegurarse de identificar correctamente cuál es el trabajo que hay que hacer, con qué equipamiento y en qué momento.
  2. Desarrollar un plan y ejecutarlo correctamente. Para que sea sólido, un plan debe ser específico, medible y orientado hacia el valor. Una buena ejecución requiere una comunicación y una capacitación adecuadas para que las personas sepan exactamente qué se supone que deben hacer y cuándo, y qué hacer ante una situación anómala.
  3. Dar a la organización las herramientas para triunfar. Para maximizar la efectividad al momento de ejecutar el plan, el personal debe contar con la tecnología, los sistemas, la infraestructura y las herramientas adecuados.
  4. Crear un ciclo de mejora continua. Dado que los activos, las tecnologías, los sistemas y las personas evolucionan, es imperioso crear un ciclo de mejora continua que incorpore los cambios inevitables en el proceso y permita garantizar que la estrategia de AMM siga siendo pertinente a lo largo del tiempo.

Mecanismos que ofrecen una ganancia considerable con una inversión baja

Contrariamente a lo que suponen muchos operadores, generar valor a partir de un proceso de AMM adecuado no es difícil ni lleva mucho tiempo. Hay varios mecanismos que pueden ponerse en práctica de forma relativamente fácil y con una inversión baja.

  • Ajustar correctamente los parámetros de los equipos. Preste más atención al estado y el funcionamiento de sus equipos y ajuste los parámetros si es necesario. Si ajusta los equipos con los parámetros adecuados, alcanzará un punto de inflexión tras el cual obtendrá un retorno exponencial sobre la vida útil de un activo y su productividad.
  • Evitar el trabajo innecesario. Asegúrese de que sus equipos realicen las tareas de mantenimiento correctas. Si identifica una tarea que no aporta ningún valor, puede cambiarla o eliminarla para reducir los costos de forma inmediata.
  • Medir los indicadores de desempeño adecuados. Revise y actualice los indicadores de desempeño que usa para hacer un seguimiento de la gestión de los activos y del mantenimiento. Asegúrese de medir indicadores importantes, como el estado de los equipos y la efectividad del proceso de gestión del trabajo.
  • Mejorar la capacitación. Recuerde que los equipos no sirven de nada sin personas que puedan usarlos correctamente y darles el mantenimiento necesario. Muchas veces, el rendimiento de los activos se puede mejorar considerablemente con solo asegurarse de que las personas que interactúan con los equipos sepan cuál es el trabajo que hay que hacer y cómo hacerlo correctamente.
  • Estar dispuesto y preparado para hacer cambios. Ajustar la forma de administrar y preservar los activos a lo largo del tiempo es tan importante como actualizar el software empleado o modificar la forma de llevar adelante las operaciones en respuesta las condiciones cambiantes.

Ya sea que se trate de las operaciones o de los activos, el objetivo de una empresa es equilibrar los costos, el riesgo y el desempeño de una forma que optimice el valor a largo plazo.

Los clientes que implementan procesos efectivos de AMM generalmente logran una reducción de entre el 10 y el 15 % en los costos de mantenimiento, una reducción del 20 % en el riesgo (gracias a que ocurren menos accidentes) y una mejora de entre el 10 y el 20 % en el rendimiento. Estos resultados no solo son sustanciales sino también transversales a toda la organización. Por eso, la gestión de los activos y del mantenimiento es algo que nos ocupa a todos.

La conclusión es esta: si trabaja en una industria con un uso intensivo de activos y depende de esos activos, debe ser un experto a la hora de administrarlos.