Qué incluye una DMA, o los secretos del éxito de la transformación digital

By Michael Grady | 19 de febrero de 2020

La oportunidad para mejorar el rendimiento del negocio, ampliar la participación en el mercado o integrarse verticalmente ahora puede estar más cerca si se aumenta la capacidad digital de las organizaciones. Suena atractivo, pero...

¿Sabe cuáles son las capacidades digitales actuales de su empresa? ¿Sabe si la etapa de madurez digital en la que se encuentra su empresa permitirá o dificultará el logro de sus objetivos comerciales? 

Antes planificar los pasos a seguir y hacer cualquier inversión importante, es fundamental tener una visión holística de las capacidades y aptitudes digitales de la empresa para promover una agenda de transformación digital. Examinemos el concepto de madurez digital para entender por qué es tan importante llevar a cabo una evaluación de la madurez digital (DMA, por sus siglas en inglés) en las etapas iniciales de la planificación.

¿Qué es la madurez digital y por qué es importante?

La madurez digital es un proceso. Describe la manera en que la empresa aprende a responder adecuadamente ante el emergente y competitivo entorno de digitalización. Puede pensarse como una escala gradual de progreso. Mide su posición relativa en comparación con la posición de la competencia, los proveedores y los clientes en lo que respecta a las capacidades digitales, además del amplio ecosistema de evolución digital en la sociedad.

Recuerde que la madurez digital no es solo una medición de la cantidad de tecnología que usted emplea. También es necesario entender muchos aspectos relacionados que incluyen a las personas, los sistemas y los procedimientos.

Además, mientras algunas iniciativas de digitalización generan valor, otras no. Como hemos visto muy a menudo, un programa de cambio digital mal diseñado solo sirve para perturbar a las personas y para reducir el valor del negocio. Hay un orden secuencial en el cual las capacidades, los sistemas y las prácticas deben evolucionar para optimizar la velocidad del cambio y el índice de éxito de las transformaciones digitales y su posterior rendimiento de la inversión (ROI, por sus siglas en inglés). 

Una DMA honesta asegura que las áreas de mayor valor estén incluidas y que el camino hacia el futuro digital esté lógicamente definido. Analiza el negocio, crea visibilidad empresarial y ayuda a esquematizar el trayecto de evolución digital en un ecosistema que cambia con rapidez. Por último, asegura que la evolución digital pueda comunicarse y medirse fácilmente cuando comienza el trayecto.

Cómo realizar una DMA

La capacidad digital puede evaluarse en cuatro áreas: diseño y arquitectura de sistemas, definiciones de información y datos, codificación de procesos comerciales (en contraposición a las prácticas ad hoc) y el uso de indicadores clave de desempeño.

Las capacidades en esas cuatro áreas luego pueden evaluarse según un conjunto de modelos (o competencias esenciales del negocio) para ayudar a contextualizar la madurez digital actual de la empresa.

El resultado esquematiza las capacidades según las competencias esenciales del negocio para definir y establecer parámetros de madurez digital. Los descubrimientos identifican las brechas más importantes, las áreas que deben mejorarse y dónde se encuentran las mejores oportunidades para maximizar el ROI. Estos descubrimientos permiten que las empresas comprendan el funcionamiento interno de sus propias capacidades digitales y que descubran si están a la altura de los competidores, proveedores y clientes, y del ecosistema más amplio de evolución digital.

 Las competencias esenciales del negocio de una Evaluación de Madurez Digital (DMA) de Hatch

 

Figura 1: Las competencias esenciales del negocio de una DMA 

Creación de valor a través de las etapas de evolución de la madurez digital

El abanico de madurez digital es sostenido por tres etapas de evolución:

  • Retención del Valor: Reparar las bases

Esta etapa incluye la construcción de las bases y el posterior desarrollo de las capacidades digitales existentes que emergieron en todas las áreas del negocio. Esto se logra mediante la exposición, la conexión y la ampliación de las iniciativas existentes para reducir costos y tiempo.

  • Identificación del Valor: Trazar el futuro

En esta etapa se debe dedicar tiempo para trazar el camino para convertirse en una empresa con madurez digital a partir de los conocimientos obtenidos en la primera etapa. Permite que todas las partes interesadas participen, influyan en el camino que se tomó y que sean parte del trayecto.

  • Captura del Valor: Darle forma a la visión

Con las bases establecidas y el camino trazado, la empresa ahora puede controlar el ritmo de los cambios y definir la dirección del progreso.

La DMA de Hatch informa tres etapas de evolución de la creación de valor

Figura 2: Tres etapas distintas de evolución de la creación de valor 

A medida que progresa la madurez digital, los líderes de las empresas deben ser honestos consigo mismos en cuanto a los recursos necesarios para avanzar. Para maximizar el potencial digital, las empresas necesitan cultivar un ecosistema diverso de equipos internos, socios, proveedores y clientes que se comprometan de una manera innovadora y colaborativa.

Apuntar al cambio sustentable

Uno de los principios más importantes que se deben reconocer es que el cambio sustentable proviene de una serie de pasos incrementales; una evolución en la manera en que opera el negocio. La mayoría de las veces, las transformaciones rápidas y a lo grande fallan porque la transición del estado actual al estado futuro es muy extrema. El empleo de un conocimiento profundo de las competencias y las metodologías maduras sostiene el desarrollo de un trayecto práctico y alcanzable para que sus negocios pasen al siguiente nivel de madurez digital.