Llamado a la acción: todos podemos y debemos apoyar la diversidad en nuestra profesión.

By Robert Agbede | 5 de febrero de 2020

Febrero es el Mes de la Historia Negra y es el momento para celebrar las contribuciones y el legado de las personas de ascendencia africana y caribeña. En Hatch sabemos que un ambiente de trabajo diverso y totalmente inclusivo fomenta un pensamiento plural y perspectivas que resuelven problemas y crean valor para nuestros clientes, nuestras comunidades y el mundo entero. Pero también sabemos que todavía falta mucho por hacer en cuanto a la diversidad en el campo de la ingeniería. En Estados Unidos, solo el 4,3 % de los ingenieros profesionales son personas de raza negra.[i] Como miembros experimentados de esta profesión, es nuestra obligación hacer un esfuerzo para alentar a personas diversas a dedicarse a esta disciplina tan valiosa y gratificante, y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para eliminar los obstáculos y ofrecer oportunidades de crecimiento.

Para entender por qué me apasiona tanto el rol de los programas de asesoramiento y por qué dedico tanto tiempo a alentar a los demás a interesarse en ellos, debemos comenzar por el principio. Todo comenzó en 1987, cuando yo era un joven ingeniero que trabajaba para una empresa mediana de ingeniería en Pittsburgh. Un día me llamaron de US Steel (USS) para decirme que tenían un problema con el polvo de carbón respirable en una de las minas de Oak Grove, Alabama. Como me gustaban los desafíos, a los pocos días volé desde Pittsburgh hasta Alabama.

Una vez allí, me enteré de que USS tenía varias minas con el mismo problema. Si el problema de la mina de Oak Grove no se solucionaba pronto, no tendrían más opción que cerrarla hasta solucionar el problema, lo cual dejaría a cientos de personas sin trabajo. Logramos identificar el problema y llegar a una solución rápidamente. Fue un alivio para todos.

Sin embargo, lo que más recuerdo sobre este proyecto y lo que más afectó mi vida profesional fue lo que ocurrió cuando me estaba yendo de la mina. Una mujer me pidió que me acercara; era una mujer negra. Me dijo, "Ven aquí, hijo", y me tomó del brazo. "Tú eres negro", afirmó. "Sí... lo soy", le respondí Con lágrimas en los ojos, me dijo: "Nunca pensé que llegaría el día en el que un hombre negro salvaría nuestros trabajos aquí en Oak Grove, Alabama". Desde entonces, ella ha estado siempre en mis pensamientos.

Unos meses después abrí mi propia compañía, Advanced Technology Systems Inc. (ATS), la cual trabajaba principalmente para USS. A medida que la compañía crecía y comenzaba a licitar por proyectos más amplios y competitivos, nos dimos cuenta de que a menudo estábamos cerca de obtener los contratos, pero que algo nos lo impedía. Si bien yo confiaba plenamente en el desempeño y la capacidad técnica de ATS, teníamos que mejorar en otras áreas comerciales, como finanzas, recursos humanos y marketing. Con la determinación de mejorar, llamé a Tony Lisanti, presidente y gerente ejecutivo de Chester Engineers, uno de nuestros competidores en ese momento. Le pedí que fuera mi asesor. Al principio Tony no entendía bien. No era frecuente recibir llamadas de la competencia, y mucho menos que te pidieran consejos de negocios, pero me dijo que sí. Tony fue mi asesor en todos los aspectos del negocio y me ayudó a desarrollar ATS.

Durante mi carrera tuve la suerte de contar con varios asesores, a los cuales les debo gran parte de mi éxito. Y ahora que estoy en Hatch, puedo hacer lo mismo por otras personas. Durante los últimos veinte años he sido un participante activo del programa de asesoramiento de la ciudad de Pittsburgh y hemos expandido nuestra participación a otras ciudades, como Houston. Nuestro trabajo es ayudar a firmas de ingeniería (nuestras protegidas) certificadas, con propietarios pertenecientes a minorías o con propietarias mujeres, para que puedan crecer y desarrollar su negocio, y también les asignamos un mínimo de 35 por ciento de trabajo a estas empresas, según sus posibilidades y su capacidad de trabajo.

El esfuerzo que hacemos para apoyar y guiar a estas firmas va más allá del interés económico. No es para nosotros sino para las comunidades en las que trabajamos y vivimos. Crear valor para la sociedad implica tener a las personas adecuadas en puestos de decisión, y es nuestra responsabilidad como líderes de la industria establecer los estándares y ofrecer oportunidades y orientación a todas las personas, sin importar su género, su origen, su raza, su orientación sexual o su discapacidad.

Me gustaría que esto fuera un llamado de atención para mis colegas profesionales experimentados. Los insto a cada uno de ustedes a pensar en qué están haciendo para desarrollar nuestra profesión y para transmitirles su conocimiento y experiencia a las próximas generaciones. Los desafío a hacer ambas cosas con personas que no se parezcan a ustedes. Quizás luzcan diferentes, sean de otro sexo o tengan otras creencias, o quizás una cultura distinta. Es más: los aliento a que piensen en darle la oportunidad a alguien que quizás no ha tenido los mismos privilegios que ustedes.

En Hatch estamos profundamente comprometidos con la construcción de un mundo mejor a través de cambios positivos. Imaginen el progreso que lograríamos si todas las personas tuvieran la oportunidad de desarrollar mejores ideas y aplicarlas a los desafíos más difíciles en todo el mundo. Ese sería un mundo mejor.

[i] https://www.nsf.gov/statistics/2017/nsf17310/digest/occupation/blacks.cfm