Lecciones de liderazgo: el manejo eficaz de los cambios

Si bien se invierte mucho dinero y esfuerzo en la capacitación de líderes, las organizaciones a menudo no logran acompañar esa inversión con la infraestructura (entiéndase: recursos, funciones, responsabilidades) que las personas necesitan para implementar esos cambios. Analicemos algunas estrategias para un liderazgo sénior exitoso y de primera línea que maneje los cambios dentro de su organización.

Comunique su visión.

Al comunicar su visión desde el primer momento no solo establecerá las expectativas, sino que también ayudará a enfrentar los cambios inevitables. Por eso es fundamental implementar una estrategia de comunicación. Si los empleados saben desde el momento en que los contrata que su visión es ser una organización en constante evolución y ese mensaje se enfatiza con frecuencia, serán más abiertos a los cambios cuando estos ocurran.

Cuando se presentan los cambios, debe comunicarlos con claridad y con la voz de la experiencia personal. Las personas se conectan más con su organización cuando los líderes muestran compasión y logran contar una historia con sus propias palabras, no solo con la voz corporativa. Por eso es tan importante reflejar los valores de la empresa y compartir esa pasión en su mensaje. Se necesita el mismo rigor en la comunicación y en la ejecución que en el plan en sí mismo.

Conozca a su audiencia.

Aunque todos procuramos conseguir cambios positivos, la realidad es que no siempre se logra. Sin embargo, lo que sí está garantizado es que cada empleado pensará “¿Cómo me afectará esto a mí?” ¿Seguiré teniendo un empleo después de este cambio? ¿Cambiarán mis responsabilidades? ¿Podré seguir usando ropa informal los viernes?

Como líder, debe comprender a su audiencia y transmitir su plan y sus expectativas de una manera que sea significativa para ellos. Y debe esperar cierta reserva. Debe darle tiempo a su equipo para que digiera los cambios. Esté dispuesto a responder preguntas y hágalo a nivel individual.

La honestidad es la mejor política.

Nunca presente y promueva un cambio negativo como si fuera positivo. Las personas siempre respetan la autenticidad sin importar cómo se sienten respecto al cambio. Al liderar con la verdad, creará una cultura en la que será más probable que se adopten los cambios. Cada persona tiene derecho a reaccionar de distintas maneras. Respételas. Muestre empatía. Dé tiempo. Pero al mismo tiempo, sea sincero.

Reconozca las habilidades que tiene, pero también las que no tiene.

Los líderes deben tener ciertas características. Algunas son innatas, otras deben desarrollarse, no sin esfuerzo. El liderazgo sénior y de primera línea necesita hacer lo siguiente:

(1) reconocer las habilidades que tienen como líderes;

(2) reconocer las habilidades que podrían necesitar y reconocer que quizás no las tienen; y

(3) reconocer a quiénes están supervisando y quiénes necesitarán también participar en puestos y responsabilidades de liderazgo.

El conocimiento de uno mismo puede hacer maravillas. Al igual que para manejar los cambios, debe entender lo que se necesita para una entrega exitosa, y eso a veces significa mirarse al espejo.

Sea el modelo, lidere con el ejemplo.

Los líderes son como faros, todo lo que dicen y hacen (o lo que no dicen o no hacen) se amplifica. Las personas recurren a ellos para orientarse. Son quienes marcan el estándar. Y durante un período de cambios, es más importante que nunca liderar con estabilidad, honestidad, respeto, humildad y compromiso, con los valores de un buen modelo y los valores de la empresa.

Cuando se trata de manejo de cambios, los líderes deben modelar el comportamiento que esperan de sus empleados.

No haga la vista gorda.

En el proceso de liderar con el ejemplo, reconozca que no puede hacer la vista gorda. No reconocer los errores cometidos es contraproducente. Los líderes son el modelo del comportamiento positivo, pero a veces se olvidan de abordar los comportamientos indeseados que detectan. Entonces, ¿cómo se incorpora el manejo del cambio en el programa? Mediante esos comportamientos físicos que buscarán las personas para demostrarse a sí mismas que hay algo diferente y de esa manera cerrar la brecha.

No dude en ser directo y no responda a la negatividad con negatividad.

Durante el transcurso de implementar y manejar los cambios, sin duda encontrará resistencia y negatividad. Aunque es fundamental ser paciente con las personas y darles apoyo, tiene que ejemplificar el manejo. Parte de eso es controlar el comportamiento negativo en vez de dejar que las actitudes dañinas controlen la organización.

Recuerde que no todos estarán dispuestos al cambio en la organización. La transición no es fácil y sería imposible que todos estén de acuerdo en todo. Sin embargo, si nota mucha resistencia, no tenga miedo de tener conversaciones directas.

A fin de cuentas, no querrá que el cambio sea una pérdida de tiempo, dinero y recursos. Si tiene los líderes adecuados con la actitud adecuada, es posible que el manejo del cambio le dé los resultados por los que se esfuerzan usted y su empresa. El manejo del cambio debe incorporarse en cada estrategia como parte integral del plan, y una de las piezas móviles más importantes de ese plan integral son las personas.