9 maneras de poner en marcha las estrategias de transporte

By Michael Sutherland | 22 de marzo de 2019

Es un verdadero desafío. El éxito depende de contar con una estrategia de transporte completa y bien pensada, que ofrezca los servicios que las personas realmente desean y utilicen. Y por supuesto, debe ser asequible y fácil de adoptar.

Los buenos navegantes zarpan rápido porque hacen un buen trabajo dentro del barco: ajustan las velas y se aseguran de que el barco vaya lo más rápido posible. Pero también hacen un buen trabajo fuera del barco: conocen los vientos y se aseguran de navegar en la dirección correcta. Para que los proyectos vayan rápido, como las embarcaciones, son necesarios ambos aspectos. A continuación encontrará nueve pautas para trabajar dentro y fuera del barco que garantizarán que su estrategia de transporte navegue más rápido y más fluidamente de lo que creía posible.

  1. Observe el panorama general. Comprenda los objetivos y el entorno de las políticas. ¿Cómo cuadra su estrategia de transporte en la trayectoria de desarrollo de la ciudad y de las comunidades que usan su servicio? Revise los casos comerciales, las etapas de toma de decisiones y los requisitos de evaluaciones medioambientales. Haga que funcionen para usted. Las normas están hechas para asegurar la construcción de buenos proyectos, no a modo de obstáculos. Así que navegue bien.
  2. Comprenda las oportunidades de optimización. Las tarifas, las operaciones y el capital de diseño y construcción ofrecen oportunidades de hacer las cosas de una manera diferente; de hacerlas mejor. La optimización de un proyecto puede hasta cambiar su resultado. Hace poco, un cliente me preguntó por qué su proyecto costoso no justificaba la inversión pública y privada que necesitaba. Al optimizar las alineaciones, reconsiderar las estaciones y reevaluar el impacto y los beneficios en toda la red, el proyecto pasó rápidamente de casi "no valer la pena" a "valer la pena".
  3. Dé prioridad a las inversiones con buenos análisis. Identifique y rentabilice el valor total (social, ambiental y económico) que tendrán las inversiones en infraestructura de transporte. Tenga en cuenta los costos del ciclo de vida útil. No aplique multiplicadores a sus estimaciones de gastos de capital para justificar los beneficios indirectos o potenciales. Son más convenientes los números que muestran los nuevos usos y las mejoras de los usos existentes. La estrategia, lo que ella hará y cómo se beneficiarán los accionistas deben presentarse de forma clara y simple.
  4. Utilice métodos de recuperación del valor del terreno para subsidiar el transporte público. Los valores de propiedad tienden a aumentar en los lugares donde hay transporte público eficiente. Es posible que los gobiernos puedan financiar algunos de los costos del proyecto mediante la venta de bienes inmuebles atractivos. Investigue el mercado y sondee a los posibles inversores sobre la posibilidad de usar o desarrollar el terreno. La información puede resultar valiosa para la planificación de la ciudad en torno al transporte. Si no hay cartera de acciones o sociedades en la propiedad de los terrenos que ayuden a compensar los costos, quizás sean necesarios impuestos especiales.
  5. Haga que la comunidad participe de manera amplia y productiva. Habrá reacciones tanto positivas como negativas. Pocas personas se sienten tan motivadas como aquellas que ven cómo influye el proyecto en sus hogares y en sus medios de vida. Así que involúcrese con ellos de manera productiva y estratégica. Esto le permitirá conseguir apoyo y entender mejor a las personas que deben recibir una compensación o consideración especial. Asegúrese de que las estimaciones de recaudación por las tarifas sean consistentes con las expectativas del mercado.
  6. Entienda a las personas y a las organizaciones que revistan importancia. Hay quienes toman decisiones y hay quienes influyen en ellas. Puede ser el gobierno, el sector privado, organizaciones sin fines de lucro y personas de la comunidad. Existen motivos legítimos y conflictivos para apoyar o no su proyecto. Conozca por qué, por qué no, quién es de ayuda, quién no. Los proveedores de fondos no arriesgarán su inversión o sus ingresos si no pueden predecir el efecto de los cambios normativos o la llegada al poder de un nuevo gobierno. Los inversores necesitan la protección de respaldos para los usuarios y los ingresos, así que ofrezca un nivel de previsibilidad o un compromiso en cuanto a la continuidad del servicio.
  7. Piense en un contrato maestro de servicios (MSA, por sus siglas en inglés). Este contrato general asigna a un asesor que guiará toda la estrategia. Un MSA es una pauta para una visión compartida del programa de transporte que establece la continuidad y los estándares de comparación para el servicio, la calidad y la entrega del plan. Los gobiernos no tendrán que emitir contratos separados para cada proyecto dentro de un programa o para los diferentes tipos de asesoría proyecto por proyecto. Un buen contratista de un MSA puede ayudar a evaluar la factibilidad técnica de los proyectos, estimar los posibles ingresos, negociar acuerdos de proyectos y ejecutar procesos de adquisición competitivos.
  8. Use adecuadamente las asociaciones público-privadas. Use el modelo adecuado y adáptelo al proyecto. En las asociaciones público-privadas, los gobiernos deben administrar a los proveedores con efectividad. A veces, los componentes de mantenimiento y operación pueden sumarse a los contratos de adquisición de diseño-construcción-financiamiento-gestión o diseño-construcción-financiamiento-operación-gestión. El contratista quizás pueda brindar un servicio revolucionario que el gobierno no pueda igualar. O quizás ofrezca alguna otra característica o beneficio a un menor costo del que podría lograr el gobierno.
  9. Colabore con la transparencia de los procesos de licitación y evaluación. Las opiniones de la comunidad sobre el diseño, la función y los plazos ayudarán a consolidar el interés de los licitantes y validará la viabilidad del proyecto. El gobierno debe interactuar con los posibles licitantes en las primeras etapas, cuando se deciden especificaciones técnicas y términos contractuales. Esto ayudará a informar los acuerdos de nivel de mercado en los que varias partes pueden presentar una licitación. 

Publique criterios de evaluación con bastante antelación a la fecha límite para la presentación de licitaciones. Organice sesiones abiertas para los licitantes y buenos procesos de solicitud de información que respondan de manera rápida y definitiva. Compense a los licitantes con honorarios o cotizaciones de licitación. Los ganadores pueden pagar a los demás un monto negociado previamente por el trabajo que hicieron al completar la licitación. O bien, el gobierno puede compensarlos de antemano por los gastos.

Una estrategia de transporte inteligente y honesta es el primer paso esencial para un proyecto de transporte público de buena calidad y bien utilizado que ofrece lo que se espera. Haga partícipes a los mejores consultores. Haga su tarea. Dedique la debida atención para que este primer principio se entienda correctamente. Logrará buena voluntad y apoyo público, ahorrará tiempo valioso y maximizará los beneficios. Además, es posible que logre evitar algunos errores costosos más adelante.