Dar rienda suelta al valor de los accionistas a partir de la innovación estratégica

By Adrian McFadden | 18 de diciembre de 2018

En 1965, el cofundador de Intel, Gordon E. Moore, redactó la Ley de Moore con el objetivo de documentar el incremento exponencial de la cantidad de transistores en los circuitos integrados. Según More, las computadoras duplican su velocidad de procesamiento cada 18 meses.

Esta "ley" es una parte fundamental de nuestra comprensión del avance tecnológico, ya que las capacidades de un gran número de los dispositivos electrónicos digitales de la actualidad están fuertemente vinculadas a ella. En términos simples, esto significa que con el correr de los años la tecnología avanza cada vez más rápido. En el 2001, el autor, inventor y futurista Ray Kurzweil escribió: "En el siglo XXI no experimentaremos un avance equivalente a 100 años. Más bien, serán como 20.000 años de avances (al ritmo actual)".

La disponibilidad de las nuevas tecnologías tiene un impacto en todos los sectores. Genera oportunidades para dar lugar a un mayor nivel de productividad, calidad, seguridad, reducción de los riesgos y sustentabilidad. La tecnología ha cambiado la manera en que nos comunicamos entre nosotros y la forma en que recibimos, procesamos y almacenamos datos. Nos ha conducido a nuevas aplicaciones de inteligencia artificial y realidad virtual. Además, nos ayudó a descubrir y almacenar nuevas fuentes de energía. Las herramientas parecen infinitas.

Ahora bien, estas nuevas tecnologías que están siempre al alcance de la mano pueden resultar abrumadoras. La tarea de aplicarlas puede sonar apabullante para cualquier organización. ¿Qué herramientas usamos y en qué momento lo hacemos para satisfacer nuestros objetivos comerciales? ¿Cómo aplicamos de la mejor manera las nuevas tecnologías a fin de ser innovadores?

En el sector de la minería, los precios de la materia prima son cíclicos por naturaleza. Esto, combinado con minerales más profundos y de menor nivel, y con las cambiantes reglamentaciones ambientales, hace que los costosos proyectos mineros presenten un desafío para el rendimiento económico de las empresas. El aspecto que requiere del máximo cambio a nivel de la transformación y que siempre ha sido el más difícil de ejecuta, es la explotación real del recurso. Los métodos más tradicionales de reducción de los costos y mejoras continuas no compensan la reducción en los ingresos y el escalamiento de los costos.

La innovación y la mejora permanente son complementarias, pero diferentes. Si únicamente nos enfocamos en mejorar el pasado, sólo seremos testigos de un cambio gradual. Buscar herramientas para solucionar los problemas aislados tampoco es suficiente. Las organizaciones que hasta el momento se han mostrado reticentes a la necesidad de innovar y digitalizar sus operaciones buscarán una nueva tecnología a un nivel estratégico. Precisarán contar con socios que los conduzcan por las tormentas de ideas y conceptos. Al trabajar junto a nuestros clientes para desarrollar un programa de innovación estructurada, los ayudamos a permanecer vinculados con los aspectos fundamentales del negocio que impulsan el valor de los accionistas.

Uno de los desafíos habituales que enfrentamos es el hecho de permanecer enfocados en un valor en lugar de implementar simplemente la tecnología más reciente. Para hacer que organizaciones históricas y establecidas dejen de lado sus operaciones de minas del pasado para adoptar una mentalidad que comience a vislumbrar "nuestra mina del futuro", será preciso implementar varios cambios en la plataforma. Se necesita un enfoque integrado y no sólo la implementación de una herramienta para solucionar un problema.

Las personas con frecuencia quieren obtener información sobre las soluciones y los productos. Debemos reorientar el debate para adoptar el enfoque: "¿Qué problema intenta resolver?" Si comienza la conversación con la solución (por ejemplo, la nueva tecnología), posiblemente habrá echado por tierra otras oportunidades de innovar en la cadena de valor. Mientras que, si comienza por el principio e identifica "el" problema, seguramente surgirá sola una solución más holística e integrada. La solución podría cambiar por completo el curso de la operación, en lugar de abordar síntomas problemáticos.

Nuestro enfoque representa una visión de múltiples dimensiones de la organización de una empresa, simplificada por portales de tecnología que ofrecen enfoque y alineación: personas, digital, energía y agua. Estos portales de unificación traspasan la cadena de valor completa para apuntar al valor de los accionistas. El valor proviene de orientar de manera específica la nueva tecnología para que ejerza un impacto positivo sobre una de nuestras cuatro intensidades: mano de obra, minería, energía y/o capital. Al orientarse de manera particular hacia esas cuatro áreas, los esfuerzos se enfocan hacia el valor de los accionistas. La nueva tecnología se convierte en una parte estratégica de la entrega y del desarrollo del negocio.

Sudbury Integrated Nickel Operations (Operaciones Integradas de Níquel, INO, por sus siglas en inglés) de Sudbury, Glencore, incluye un programa de innovación mientras invierte en el futuro. El equipo de liderazgo de INO reconoció que ocuparse de la introducción de nuevas tecnologías puede resultar más complejo de lo que se piensa en un primer momento. Por ello, querían introducir un programa de innovación estructurada. De manera más específica, su intención era asegurarse de que la aplicación de nuevas tecnologías se mantuviese enfocada en impulsar el valor. Ellos han elegido a Hatch como socio de confianza para aportar la estructura necesaria y ayudarlos a entregar un resultado de alta calidad. Sudbury INO es una operación integrada. Desde la exploración hasta el producto final, representa una oportunidad para incluir en el programa la cadena de valor en su totalidad. Inicialmente, comenzamos con el máximo valor potencial para delinear la minería subterránea mientras desarrollamos la "mina del futuro".

Todo comienzo puede resultar intimidante. En las empresas de minería, optar un cambio transformacional puede resultar complicado y repleto de ansiedades. Querer un mejor resultado y hacer las cosas de otra manera no siempre son acciones directamente relacionadas. Además, cabe destacar que la minería a la antigua ofrece cierta sensación de comodidad conocida. Los accionistas quieren observar un crecimiento permanente y rendimientos positivos, y la nueva tecnología suele verse como un riesgo adicional y un costo importante.

Todo esto parece muy sencillo. Y lo es... una vez que se encuentra el camino correcto. Cuando nos reunimos con los líderes de nuestros clientes, conversamos con ellos sobre el hecho de que un programa de innovación no se trata solamente de salir y buscar soluciones a los problemas, y luego descubrir cuáles eran esos problemas. La innovación estratégica comienza por el principio, con criterios de diseño que pueden aplicarse a toda la cadena de valor, desde la exploración hasta el producto final. El programa de innovación mejora la estrategia general al gestionar la introducción de nuevas tecnologías para dar rienda suelta al valor oculto.

Muchos de nuestros clientes se encuentran en el camino del descubrimiento en lo que respecta al uso de nuevas tecnologías. Ofrecemos la estructura necesaria para dar con un programa de innovación estratégica que se enfoque en el valor del accionista. Hacemos mucho más que ayudarlos a enfocarse en los aspectos fundamentales del negocio y el impacto social: nos encontramos en pleno proceso de configuración de sus operaciones para el éxito a largo plazo.