Cómo mejorar la productividad y la seguridad en minería y metales con la robótica y la inteligencia artificial

By David Rudge | 29 de octubre de 2018

Cada día puede ser muy diferente del anterior. El conjunto de tareas que se deben realizar y los problemas que se deben resolver cambian continuamente. En estos entornos, se pone mucho en juego cuando se trata de personas y seguridad. Las condiciones extremas requieren suma precaución y experiencia.

Por el contrario, los sectores que han presenciado algunos de los cambios tecnológicos más grandes disponen de entornos con pocas complicaciones. Un buen ejemplo de esto es el sector automotriz. Los sistemas robóticos para el ensamblaje de vehículos están diseñados para lograr un entorno limpio y controlado. No es excesivamente complicado desarrollar la tecnología, y se la puede integrar con facilidad y rapidez, de manera segura y eficaz.

El diseño de sistemas robóticos en los entornos de minería y metales requiere un hardware sólido y de alta resistencia que pueda funcionar en condiciones extremas. Pero estos sistemas a menudo deben estar equipados con capacidades de inteligencia artificial para manejar lo impredecible de manera confiable. Un robot minero tiene que ser capaz de analizar un entorno complejo y calcular la mejor manera de proceder. Por este motivo, la minería ha demorado en adoptar nuevas tecnologías. Se necesita un desarrollo de última generación y específico del sector para enfrentar los desafíos únicos de la minería.

Llegamos a un punto en el que nuestras capacidades tecnológicas avanzaron lo suficiente como para diseñar sistemas que funcionen de manera eficiente en entornos complejos, a la vez que mejoran considerablemente la seguridad y la productividad.

Es posible que en un futuro no muy distante alcancemos un punto en el que ya no haya presencia humana en los terrenos de las minas y en el que las operaciones se realicen de forma remota. Ya no tendríamos que enfrentar la tragedia de los accidentes mineros, y habría un beneficio adicional de reducir los costos operativos, como los relacionados con la ventilación en las minas. La posibilidad de simplificar los procesos operativos para lograr un retorno de la inversión que antes era inalcanzable es algo muy valioso.

Esta visión suena atractiva, pero una de las preguntas que escucho con más frecuencia en lo que tiene que ver con el desarrollo tecnológico es: ¿cómo llegamos allí?

1. Desafíe el orden establecido

El simple hecho de que hayamos estado haciendo las cosas de una misma manera durante décadas no significa que debamos seguir así, en especial cuando está en juego la seguridad de las personas.

En los sectores de minería y metales, las personas siguen realizando actividades esencialmente peligrosas, resguardadas únicamente con equipos de protección personal. Es aquí donde debemos empezar a dejar que la tecnología robótica tome el control. Esto no significa necesariamente deshacerse de los trabajadores humanos, sino simplemente retirarlos de los entornos peligrosos.

De hecho, alentar la integración robótica permitirá que se siga diversificando la fuerza laboral, dando lugar a una mayor variedad de personas con diferentes habilidades.

2. Céntrese en lo específico

La visión puede parecer grande y distante, pero es mucho más simple considerar el estado actual del desarrollo. Ya se están probando y validando nuevos prototipos como rutas viables que permitirán mejorar la seguridad y el ROI.

Por ejemplo, hemos elaborado un prototipo de una lanza de oxígeno controlada por robot que cuenta con características avanzadas de reacción de fuerza para perforar un horno metalúrgico. La tecnología se opera de forma remota y permite que el operador mantenga el mismo contacto y la misma percepción de la lanza. Se obtiene la misma precisión a la vez que se eliminan las preocupaciones por la seguridad.

3. Elija a un proveedor con experiencia en el sector

Muchos de los proveedores de robótica que prestan servicio a los mercados tradicionales, como el automotriz o el de empaques, no son adecuados para manejar los entornos nuevos y las condiciones impredecibles con las que a menudo lidiamos en minería y metales.

Los operadores de minas deben buscar a un proveedor con experiencia específica en el sector, conocimiento de los procesos y capacidades de gestión de riesgos. No se trata sólo de encontrar a alguien que pueda programar un robot, sino de encontrar a un proveedor que pueda brindar una solución de desarrollo tecnológico completo, de principio a fin.

Me sorprende la rapidez con la que veo convergir a tecnológica en las diferentes áreas. Las posibilidades parecen ilimitadas. Antes de jubilarme, espero tener el orgullo de saber que la tecnología nos ha permitido crear un entorno laboral seguro y que los profesionales de la minería están a salvo, independientemente de las circunstancias. Estamos cada vez más cerca de que todos puedan volver a casa con sus familias al final de cada turno en las mismas condiciones que cuando salieron para ir a trabajar.

Pronto se conocerá a la minería, no por los picos y los cascos, sino por la robótica avanzada y la tecnología de inteligencia artificial. Es uno de los momentos más interesantes del trabajo en este sector.